Partido

18/4/1996|490

¡Los primeros resultados!

La campaña de suscripciones a Prensa Obrera constituye una lucha política para unir en forma aún más profunda la literatura, el periodismo y la política clasistas y socialistas con la masa de luchadores de la clase obrera y de la juventud. Es indudable que una prensa realmente obrera constituye una vía imprescindible para darle un carácter cada vez más consciente a la lucha que libran cotidianamente los explotados, para desenvolver una conciencia de clase y para fusionar realmente al movimiento socialista con las masas obreras. La literatura y la prensa corriente de la izquierda circulan en medios reducidos, principalmente de clase media; son vulgares en sus análisis, esquemáticas y ajenas a la lucha cotidiana de la clase obrera; prejuiciosa en su mayor parte; no solamente debido a sus limitaciones teóricas y de programa sino también al escaso vínculo que tienen con los intereses y preocupaciones más genuinos de los trabajadores.


La campaña por 6.000 suscriptores a Prensa Obrera pretende penetrar con más fuerza en la clase obrera y hacer de Prensa Obrera cada vez más el vocero de los explotados y la tribuna de su lucha de clases. Señalamos todo esto simplemente para que se mida el alcance político descomunal que tendría el éxito de la campaña.


Los resultados indican que avanzamos por un buen camino. En diez días de campaña efectiva se han obtenido 431 suscripciones y 674 compromisos de suscripción. Ni en uno ni en el otro figuran los lectores habituales o frecuentes de Prensa Obrera, a los cuales se les propondrá la suscripción al final de la campaña, para no desnaturalizar los resultados que se van alcanzando. Entre los ‘compromisos’, son numerosos los compañeros que han ‘señado’ su suscripción con el 50% del importe correspondiente. Se registra igualmente un crecimiento en la venta semanal del periódico, esto como consecuencia de la movilización de  muchos lectores frecuentes o simpatizantes del Partido Obrero, que  se han incorporado también a la campaña de suscripciones.


El cuadro que acompaña a este comentario se limita a registrar los resultados obtenidos por las diferentes organizaciones regionales del PO. Sirve para que el lector y los trabajadores en general puedan medir el desarrollo de la campaña y, por lo tanto, sacar conclusiones políticas de estos resultados. Sirve también para homogeneizar la campaña, al ofrecer a los sectores más rezagados la posibilidad de una evaluación más general y corregir, por lo tanto, las deficiencias locales. Nos proponemos, sin embargo, ofrecer más adelante un registro de la composición de clase de los compañeros suscriptores; de si responde a fenómenos individuales o son generales de un barrio o lugar de trabajo, y una clasificación por edades, para determinar si el peso mayor es de las nuevas o viejas generaciones dentro de los trabajadores.


‘La prensa’ es una cuestión estratégica para un partido obrero y socialista revolucionario; así ha sido siempre, por otra parte. La razón es evidente: a través de la prensa se señalan los objetivos históricos de la clase obrera; se determina el grado de aproximación entre estos objetivos y la situación histórica del momento; se impulsan las reivindicaciones y los métodos, es decir, la política para acercar a unas y otros. El problema ‘práctico’ de la penetración del periódico en la clase obrera no es más que la cuestión ‘teórica’ más fundamental de prepararnos para la revolución.


En Argentina no existe una prensa obrera desde hace muchas décadas. O porque no ha expresado los intereses históricos del proletariado; o porque no ha reflejado al movimiento obrero real, con sus luchas y contradicciones; o porue simplemente no ha pasado de las fronteras de un minúsculo círculo de personas. Pero no puede haber auténtico movimiento obrero ni revolución conducida por la clase obrera, sin una prensa obrera.