Partido

1/8/1995|458

Luchadores de Sanidad en la Campaña Financiera del PO

PO: ¿Cómo ven la situación del movimiento obrero?


Horacio: Yo veo que está peleando, pero sale a la calle a pelear sin dirección. Por eso los triunfos parciales terminan en derrotas aplastantes, como en el caso de Córdoba.


Claudio: La situación está cada vez peor. Algunos sectores salen a luchar, pero no hay dirección.


PO: ¿Y cómo piensan ustedes que se puede superar este problema?


Horacio: El movimiento obrero debe darse una dirección revolucionaria. Por eso me parece piola lo de Congreso de Trabajadores. Pero a la vez hay que organizar a los desocupados, a fin de darles una salida en medio de esta situación de catástrofe, provocada por el capitalismo a nivel mundial.


José: Coincido con los compañeros en que lo necesario es construir una herramienta política totalmente independiente de los partidos burgueses. El Frepaso sacó 6 millones de votos, pero no se diferencia en nada del menemismo. La alternativa la va a construir una dirección política revolucionaria que sepa englobar a los distintos conflictos.


PO: El Partido Obrero, a fin de impulsar sus distintas campañas políticas, entre las cuales se destaca fundamentalmente la de Congreso de Trabajadores, ha lanzado su campaña financiera. ¿Qué les parece la financiación de nuestro partido con el aporte de la clase trabajadora?


José: La Campaña Financiera está bien planteada, porque apunta a construir una herramienta política que hoy promueve el Congreso de Trabajadores, que lo necesitamos para organizarnos frente a las persecuciones judiciales a los compañeros de La Prensa, a favor de la lucha de los trabajadores y los estudiantes, etcétera.


Horacio: Todo trabajador que tenga conciencia de su clase tiene que aportar a las organizaciones obreras. El peronismo creó una falsa conciencia en la clase, pero los trabajadores debemos entender que es necesario romper con los partidos patronales y construir nuestros propios partidos.


Claudio: Estoy de acuerdo con una campaña financiera. Si no nos defendemos nosotros, ¿quién nos va a defender?