La asamblea realizada en Barrio Sanguinetti, a la cual asistieron 80 compañeros (cifra real) bajo la lluvia, fue un ejemplo de cómo las propuestas del Partido Obrero son asimiladas y sostenidas.

Jorge Altamira planteó que la convocatoria a elecciones es un recurso del régimen político para recomponerse ante la rebelión popular abierta el 20 de diciembre, aunque la elección les presenta el problema de que el PJ y la ex Alianza van muy divididos.

En relación a la guerra imperialista contra Irak, Altamira denunció que los Rodríguez Saá, Menem, Kirchner, Carrió, se disfrazan de pacifistas para engañar al electorado como lo demuestra que no participaron de ninguna movilización contra la guerra para no chocar con Bush.

Las intervenciones de los compañeros fueron muy incisivas.

¿Cómo resolver la situación de los trabajadores de una clínica que hace un año cerró sus puertas? ¿Cómo garantizar que se desarrolle la educación de los obreros para que puedan gobernar? ¿Cómo encarar el problema de la deuda externa?

Altamira respondió que había que ocupar toda empresa que despida o quiebre y ponerla en funcionamiento bajo control obrero. Más allá de la educación obligatoria, estatal, gratuita, es necesario que los obreros luchadores se formen como cuadros en el marco del PO y de su programa.

El Partido Obrero plantea desconocer –no suspender o no pagar sino desconocer– la deuda externa y llamar a una conferencia internacional para abolir las deudas confiscatorias que padecen países y trabajadores.