Partido

27/6/1996|500

Norma Pla, militante

Derribada por un cáncer a los 63 años, Norma Pla abandonó el escenario de la lucha que la tuvo como la principal protagonista, cuando todavía le quedaba mucho por hacer. Se hizo notar por primera vez cuando de la mano de un grupo nacionalista de derecha ayudó a levantar, en un crudo invierno, los campamentos de jubilados en la plaza Lavalle, pero rápidamente cobró un vuelo propio y se alejó de quienes querían ser sus mentores, con una acción cada vez más osada e intrépida que le ganó la creciente simpatía de una porción importante de los explotados. Se destacó debido a su contraste con la apoltronada Coordinadora que dirige el partido comunista, reiteradamente cooptada y corrompida en los directorios del PAMI de Alfonsín y Menem, a los que desesperadamente buscaba ingresar. Dentro de los límites de una actuación individual que no pudo potenciarse por la traición de las burocracias de las organizaciones obreras y de las izquierdas democratizantes, Norma Pla desplegó una acción militante que queda como escuela para la inmensa mayoría que se enfrenta hoy a las calamidades del capitalismo, sus gobiernos y sus ‘planes’. Porque es incuestionable que los Piquetes de Norma Pla —frente al congreso, frente a la casa de Cavallo, frente al Pami o frente a Gorbachov—, esos Piquetes deben ser el instrumento de una lucha que, para ser victoriosa, debe ser militante, contra el régimen de Menem y Cavallo, como lo demuestran los veinte mil neuquinos de Cutral Co y Plaza Huincul, que organizados en piquetes le bloquearon la ruta y la represión a la gendarmería nacional.