Nuestro homenaje a Cristian Medina
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En la madrugada del día 15 se incendió la vivienda de Cristian. Los esfuerzos de su familia por rescatarlo con vida fueron vanos: la casilla de madera se transformó en un infierno mortal en pocos minutos. Cristian tenía 20 años.
Poco importa ahora lo que una posterior pericia policial pueda encontrar como causa directa del incendio. A Cristian se lo llevó la miseria. La misma que inunda a todos los barrios de Zárate: casillas de madera, puertas mal construidas; parches para poder arrancar un poco de “vivienda” a una sociedad que niega este derecho a la población trabajadora.
Es historia repetida. El que no se repite es Cristian. Cristian se había rebelado contra todo este sistema brutal que le negaba un futuro y lo llevaba a trabajar por 8 pesos diarios para un patrón en la quema, transformándolo en carne fresca y barata para los capitalistas que lucran con el reciclado.
Pero no se rebeló a medias. Cristian se había transformado en un luchador íntegro del Partido Obrero; en un luchador por una nueva sociedad. Estaba organizando a los jóvenes de Villa Negri, para arrancarlos de la misma a que los condena la falta de trabajo, de derecho al estudio, del derecho a divertirse sanamente sin temor a la policía de gatillo fácil; en fin, del derecho a vivir. Cristian organizaba la lucha por la dignidad de esos jóvenes a los que el sistema quiere estigmatizar como “marginales’ para justificar la represión.
Los militantes del Partido Obrero y el Polo Obrero perdimos a un compañero noble y franco. Los trabajadores perdimos a un joven luchador. El fuego no detendrá a Cristian: cientos se levantarán en Zárate con sus ideas, luchando por una vivienda digna y por todos los derechos de la juventud.