Partido

22/1/2004|834

Se constituyó el Partido Obrero en Jujuy

En un plenario que contó con la participación de 20 delegados y la presencia de Pablo López y Claudio del Plá, quedó constituido el Partido Obrero de Jujuy. En el plenario se aprobó una resolución política y un plan de trabajo que contempla extender la organización del Polo Obrero, que ya se ha transformado en un factor en la región y ha llegado a movilizar más de 200 compañeros, y un plan especial de penetración en el ingenio Esperanza; poner en pie a la UJS, superar el objetivo de prensa fijado inicialmente en 100 periódicos –cifra que ya se ha alcanzado–, impulsar la lucha por obtener la personería electoral, darle continuidad al curso de formación política, y establecer un plan de finanzas para concretar los objetivos fijados. Finalmente se eligió a una dirección regional.


Resolución política


El 10 diciembre asumió un nuevo mandato el gobernador Fellner. En su discurso, puso de relieve que en su anterior mandato su principal logro había sido la estabilización política, o sea superar el cuadro de crisis que había llevado a que en los últimos años ningún gobernador pudiera culminar su mandato. Fellner aplicó a fondo una política de zanahoria y garrote. Con el gobierno de De la Rúa primero, y luego con Duhalde, armó una política asistencialista que superó a la ejecutada por otros estados provinciales, con lo cual logró imponer una política de concertación con las principales organizaciones de desocupados y sindicales (el Frente de Gremios Estatales), lideradas por la CTA y la CCC. Paralelo a ello, montó un Estado policial. Toda acción piquetera (cortes, marchas, concentraciones) es penada como una contravención, con lo cual está ilegalizada la más mínina protesta, y da lugar a la intervención policial sin la necesaria mediación judicial. La policía ha sistematizado su accionar de razzias permanentes y crímenes. Lo ocurrido en Ledesma en octubre pasado ha sido la gota que rebalsó el vaso. La pueblada fue la respuesta de un pueblo donde permanece latente el espíritu de la rebelión popular y fue un llamado de atención al gobierno provincial, que tuvo que proceder a una suerte de depuración controlada de la policía de Ledesma, aunque los crímenes de los dos chicos siguen impunes.


En su discurso, Fellner puso de relieve su pretensión de consagrar el continuismo. También destacó que éste va a ser un año de realizaciones para los empresarios. Ha sido un aviso para sentarse a negociar el destino de la ayuda excepcional que el gobierno ha logrado del presupuesto nacional, por más de 150 millones de pesos, y para discutir la política impositiva provincial. Las producciones locales y el turismo han dado cuenta de una importante reactivación que contrasta con los salarios congelados, la gran desocupación, los hospitales vaciados y la situación educativa ruinosa. Fellner ha señalado que los salarios van a seguir congelados y que los beneficiarios de los planes nacionales o provinciales serán incorporados a planes productivos.


Fellner es hoy uno de los gobernadores referentes de Kirchner. Su política va a estar condicionada por el conjunto de la crisis nacional y por el grado de estructuración de una política independiente de los explotados en la provincia. Jujuy es rehén del presupuesto nacional; no tiene margen para realizar obras ni para ampliar la ayuda social. En este marco, los conflictos por reclamos salariales se acumulan entre la docencia y los empleados públicos; los conflictos por la tierra son explosivos entre las comunidades indígenas, al igual que los conflictos por los robos y estafas derivados de las privatizaciones menemistas, como ocurre con los ex trabajadores de los Altos Hornos o los ex trabajadores de YPF. A su vez, se han multiplicado los reclamos de los sin techo, los miles de ocupantes de asentamientos y los desocupados obligados a vivir con miserables 150 pesos, ahora obligados a realizar prestaciones laborales. Todo esto va creando un cuadro social explosivo.


En este período preparatorio, de transición, la irrupción del Partido y el Polo Obrero desde San Pedro, es un factor de primer orden.


Frente a este cuadro nos planteamos un proceso de organización independiente de la vanguardia luchadora. La consigna del Congreso de Delegados de Base de las organizaciones en lucha tiene que servir para una pelea de conjunto.


Con esta política tenemos que influenciar a la vanguardia luchadora, para ganarla a la tarea de construir un partido revolucionario.