Partido

18/12/2003|830

Taller de mujeres

Hoy, algunas compañeras llevamos adelante una experiencia inédita. A partir de la lectura de algunos textos acerca de la mujer y sobre todo de la charla que se generó entre nosotras, decidimos improvisar un taller.


Romper el silencio es un puente para conectarnos con historias. Algunas compañeras tenemos experiencia militante, otras recién llegan.


No escribimos “para la prensa”, lo escribimos para nosotras. Sólo algunas conexiones:


Teresa (La Tablada): “…Debemos enseñarles a ellos que nos respeten, y no nos golpeen…”.


Andrea (Fonavi): “…Lo que a mí me gustaría saber es cómo se puede ayudar a las mujeres que todavía no encontraron la solución para poder salir del daño psicológico, y del daño físico… Me gustaría tratar bien a fondo el tema del niño abusado, ¿cómo se los ayuda?, ¿por qué no les creen?, ¿por qué hay abuso de los familiares?”


Sara (Villa Manuelita): “…La violencia familiar nos afecta a todos… yo pienso en mis hijos, en el futuro al cual se tienen que enfrentar, y me da miedo…”.


Ramona (Bella Vista): “…Y sentirme junto a mis hijos con derechos, los que me corresponden…”.


María Elena (Centro): “…Es difícil colectivizar lo que nos duele, y sentimos como íntimo… Entre todas vamos a armar lo que necesitamos, protección para nuestra militancia…”.


Stella (Ludueña): “…Una persona me llevó a la reunión del Polo, y conocí a muchos compañeros y compañeras; me costó superar todo lo que me pasó, pero lo voy llevando y no me paso recordando…”.


Obdulia (Bella Vista): “…Me desperté un día y dije basta de tortura…”.


Ana (Bella Vista): “…Tomé conciencia y empecé a independizarme, ahora tomo mis propias decisiones y trato de que las demás mujeres lo hagan… Mi propuesta es que saquemos volantes y hagamos charlas. El primer golpeador es el gobierno, porque nos falta trabajo, por eso los hombres golpean a su familia, principalmente a sus mujeres”.


Estamos llenas de preguntas, sabemos que los mismos compañeros del Polo no saben cómo responder. No importa. Somos conscientes de que vamos a hablar y a escribir.


Las mujeres estamos en el cruce de todas las vías. Hoy tenemos que estar mucho tiempo en la calle. Ahora las soluciones van a empezar a ser colectivas, también para nuestros problemas domésticos.