Partido

13/8/1997|552

Una necesidad de la clase obrera

Hace menos de un mes que hemos abierto un local en Boulogne.


Iniciamos las actividades junto con un compañero de Villa Adelina y otro de Bajo Boulogne, ambos suscriptos a Prensa Obrera, trabajando hasta convertirlo en un lugar agradable de reunión para los vecinos. Hoy tenemos un local pintado, con banderas, carteles, megáfono, equipo de sonido y muebles donados.


Las paredes alrededor del local están pintadas con consignas por el seguro para todo desocupado, por trabajo para todos, aumento de salario y la convocatoria a la Asamblea Distrital. Recorremos todos los fines de semana los barrios circundantes, con la Prensa Obrera, La Caldera y volantes específicos para el barrio. Ya hemos visitado a 80 compañeros, jóvenes, trabajadores ocupados y desocupados. Ocho se han suscripto y alrededor de 20 han comprometido su participación en la Asamblea Distrital del 16 de agosto. Entre ellos, 3 desocupados que sufren los impuestazos del radical Posse (les ha quitado a sus viviendas el reconocimiento de precarias). Además, hemos vendido más de 20 periódicos en la estación de Boulogne.


El contacto con el barrio nos ha mostrado tanto un sector de jóvenes secundarios con una clara necesidad de organizarse, como a otro sector embrutecido por la miseria, el alcohol y las drogas, cautivos de la policía de Duhalde que regentea su distribución, según denuncias de los propios vecinos. A ellos también nos dirigimos, conscientes de que su única salida es su propia organización en una juventud socialista y de masas.


La realidad de Boulogne, una de las localidades con más alto porcentaje de infectados de sida y desocupación, revela que tanto el radicalismo como Duhalde sostienen la misma política que lleva al sumergimiento de la población.


También hemos puesto un local a disposición de los trabajadores del Sanatorio Panamericano, en lucha por el pago de sus salarios y contra el vaciamiento de la empresa. Nos han entregado sus volantes para unir su lucha a la de otros trabajadores.


Convocando para la Asamblea Distrital, los compañeros de una empresa del gremio de la construcción y su delegado nos acercaron su denuncia: la patronal, con la complicidad de la burocracia sindical, les impone jornadas de hasta 14 horas a gusto de la empresa, y muchos de ellos están en negro. Estos compañeros acordaron con el planteo de organizarse y reunirse en el local. A partir de estas experiencias es que comenzamos a elaborar nuestro planteo programático distrital.


Todo esto también ha causado un impacto en la izquierda de la zona. Han sido convocados a la Asamblea, siendo llamativa tanto su desorientación frente a la constitución de la alianza UCR-Frepaso, como su avidez por leer en Prensa Obrera, nuestra posición.


Hemos tenido un eco importante en los medios de la zona y particularmente en las radios y periódicos de alcance masivo, en Boulogne.


La apretura del local está siendo, como se ve, un factor de real impulso para nuestra militancia y un punto de referencia para los trabajadores y jóvenes de la zona.