Partido

8/6/2000|667

“Venimos a reconstruir la Internacional obrera”

Para el Partido Obrero y para los compañeros de las organizaciones extranjeras que participaron del XI Congreso del PO y de la reunión internacional por la refundación de la IVª Internacional fueron once días de una militancia intensa y entusiasta; once días de debates, de discusiones y de camaradería; de análisis y de movilización; de alegría y de dolor. Fueron once días de un acontecimiento político excepcional.


El XI Congreso del PO comenzó en la tarde del 24 de mayo con un número de delegados superior en un 60% al del último Congreso (1999). Entre los delegados se encontraban piqueteros de Tartagal y Mosconi; piqueteros de Cutral Co y Neuquén; dirigentes de la lucha obrera de la pesca de Mar del Plata; dirigentes de los centros de estudiantes de Neuquén. Algunas delegaciones, como la de San Lorenzo y Santa Fe llegaron con retraso porque estaban participando de la marcha “a pata y pulmón” organizada por la CGT de San Lorenzo. Así comenzaba el Congreso de un partido que lucha y que crece, y que crece porque lucha.


En la tarde del 25 se realizó la sesión abierta con la presencia de más de 500 compañeros. El informe político, a cargo de Jorge Altamira, sintetizó las conclusiones de las luchas obreras desde el ascenso del gobierno aliancista; de la impasse del gobierno frente a la crisis económica; del significado del ingreso del PO a la Legislatura porteña; y trazó las perspectivas políticas y los planteamientos del PO en la próxima etapa: la lucha por un Congreso de Trabajadores para votar un programa obrero frente a la crisis y las medidas de lucha necesarias para imponerlo. En el plano internacional, la principal conclusión del informe político fue la necesidad de avanzar en medidas prácticas para la refundación de la IVª Internacional. Después de los informes, numerosas intervenciones enriquecieron el debate del Congreso.


El trabajo de las comisiones –que según las definió un compañero fueron “otro Congreso ” por la cantidad y la calidad de las intervenciones– fue otro punto alto del Congreso. Se votaron resoluciones sobre la situación política, sobre el movimiento obrero, sobre la acción legislativa del PO, sobre la juventud, sobre docentes, sobre prensa y finanzas y sobre la situación internacional. Fue aprobada una declaración política para los piqueteros de Tartagal y Mosconi y una resolución especial reclamando el cese de los procesos judiciales contra activistas y militantes del movimiento obrero y juvenil y por la libertad de todos los presos políticos.


Como se pudo comprobar en el debate sobre la resolución internacional, la participación de los delegados extranjeros no fue ‘diplomática’; intervinieron como militantes revolucionarios, volcando posiciones políticas que fueron objeto de un vivo debate. Toda una escuela.


El domingo por la mañana el Congreso pareció quebrarse ante la noticia de la muerte de Carlos Lahera, que hasta el día anterior había intervenido vivamente en el debate plenario y en su comisión. Tomando el ejemplo militante de Carlos, continuamos las tareas, votando resoluciones y posiciones políticas. Allí, cuando había compañeros que seguían los debates con los ojos en lágrimas, se vio la fortaleza política y moral del Congreso.


El Congreso concluyó con la elección del Comité Nacional y el discurso de clausura. Pero su último acto militante fue la presencia de los delegados en el velatorio de Carlos.


Reunión Internacional


Sin que pasaran doce horas desde la finalización del Congreso, comenzó la reunión internacional por la refundación de la IVª Internacional, con la participación de quince organizaciones de trece países. Hace apenas tres años, fueron sólo cuatro organizaciones las que lanzaron esta propuesta en Génova. El PO participó con una delegación votada en su Congreso.


La reunión internacional desarrolló un debate sobre la crisis mundial, sus desarrollos y perspectivas, y sobre las tareas para la refundación de la IVª Internacional. Esta clarificación política quedó plasmada en la redacción de dos documentos políticos. En opinión de todos los participantes, esta reunión internacional significó un salto respecto de las anteriores porque enfatizó la necesidad de un “plan de acción” para refundar la IVª Internacional y porque votó una serie de actividades políticas conjuntas y una coordinación encargada de la evaluación política del desarrollo de estas actividades. Se votó, además, un saludo a los piqueteros de Tartagal y Mosconi, un saludo a los mineros rumanos y una declaración política de denuncia y repudio al papel de represión y carnereaje del Secretariado Unificado en el gobierno municipal de Porto Alegre y en el gobierno estadual de Río Grande do Sul (Brasil).


Paralelamente, se realizó un Seminario Internacional en el cual los participantes de la reunión internacional expusieron, ante un público amplio, los planteamientos políticos del marxismo frente a la crisis mundial. Los delegados se levantaban de la reunión, después de horas de debate, para continuar la actividad política cuartainternacionalista en el Seminario. Fueron cinco días de trabajo intenso, desde las primeras horas de la mañana hasta bien entrada la noche. El punto más alto del Seminario fue una mesa redonda realizada en el Centro Cultural San Martín, donde Michael Savas-Matsas (del EEK de Grecia), Franco Grisolía (de Proposta de Italia) y Jorge Altamira explicaron la necesidad de proceder de inmediato a la refundación de la IVª Internacional como única alternativa para superar la crisis de la dirección del proletariado internacional.


El acto internacional


A esta gran actividad obrera, revolucionaria y socialista le faltaba, todavía, el último acto: el gran acto internacionalista que se realizó el sábado 3 en La Bombonerita. Casi 3.000 compañeros llegaron de todo el país, e incluso desde el exterior (fue notable la delegación de más de 30 compañeros del PT de Uruguay) a, como decía el cartel que presidió el acto, “reconstruir la Internacional obrera”. Las intervenciones de los oradores y las numerosas adhesiones y mensajes fueron recibidos con entusiasmo y escuchados con atención. “A refundar, a refundar, en todo el mundo la IVª Internacional” fue el grito de guerra de la barra. La intervención en el acto del compañero Edgardo Quiroga, de la CGT San Lorenzo, mostró a las claras que el planteo de reconstruir la Internacional Obrera no es un planteo ideológico; es una herramienta para organizar políticamente a la vanguardia allí donde ésta lucha.


Formalmente, el acto terminó cuando los casi 3.000 compañeros presentes en La Bombonerita cantamos un himno que es, a la vez, nuestro programa y nuestra perspectiva: La Internacional.


La efervescencia, sin embargo, no terminó cuando nos fuimos del estadio; siguió en los micros que llevaban a los compañeros a sus barrios y a sus provincias. Orgullosos, varios compañeros comentaron que durante el regreso, trabajadores y jóvenes que habían llegado al acto como simpatizantes y que vieron a la IVª Internacional en acción, pidieron su ingreso a su sección argentina, el Partido Obrero.