Partido

3/10/2002|774

XIII Congreso del Partido Obrero

En el sur del Gran Buenos Aires

Durante el Plenario del Polo Obrero de la Zona Sur, Altamira convocó a todos los delegados y activistas del Polo a sumarse a las charlas y debates del Congreso del Partido Obrero. Luego, dio un completo informe de la situación política nacional e internacional y los problemas que enfrenta el proceso de luchas y movilizaciones encabezado por los piqueteros.


Denunció el proceso electoral del duhaldismo como un intento profundo de limpiar calles y rutas de la rebelión popular y desviarla al electoralismo.


Describió cómo la centroizquierda se está conformando como el caballo de Troya del imperialismo.


Se detuvo explicando la necesidad vital de llevar adelante la consigna de Asamblea Constituyente, como un planteo de poder transicional que gravite para la unión de las masas trabajadoras y medias, que conservan prejuicios antirrevolucionarios e ilusiones democráticas, detrás de la vanguardia piquetera, para terminar de acompañar la experiencia de todo un sector de luchadores.


Con esta invitación iniciamos una deliberación precongresal. Piqueteros, asambleístas populares, jóvenes, profesionales y obreros discuten abiertamente sobre todos los elementos de la situación política y ya, sintiéndose parte de la organización, proponen resolver problemas de acercamiento a las masas (Nocito), o cómo acelerar el proceso de politización y de integración al PO a través de cursos que ellos mismos diseñan (Barrio Gendarmería).


Abordan cuestiones complejas como la toma del poder, explicándola paso a paso (Glew).


Consideran que el flujo constante de nuevos compañeros es aún lento, que no tenemos que sumar sino multiplicar (Nocito).


Cuentan su experiencia personal, ganados por la Prensa Obrera en parte y por la acción directa del movimiento piquetero por la otra: “Ahí entendí mi pertenencia a la clase obrera” (Nocito).


Plantean “un Partido y no un movimiento” (Echeverría): esto permitió desenvolver el debate sobre la necesidad de darle una dirección política homogénea al proceso revolucionario. La descomposición del cuadro burocrático sindical y la necesidad de superarlo (Echeverría).


El espíritu que sobrevuela es el de una clase que va completando su experiencia con el capitalismo y está decidida a ir por su destino.