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5/12/2013|1296

50º aniversario del EEK de Grecia‏

Reproducimos la carta enviada por la dirección del Partido Obrero al EEK (Partido Revolucionario de los Trabajadores )de Grecia, al cumplirse el 50º aniversario de su fundación.

Buenos Aires, 26 de noviembre de 2013


 


Compañeros del EEK:


Es un honor para todo el Partido Obrero celebrar junto con ustedes el aniversario cincuenta de la fundación del EEK. Somos, si se puede decir así, como hermanos gemelos, pues también hace medio siglo comenzó el trabajo político de lo que se convirtió en el Partido Obrero. Más allá de la fecha circunstancial, hasta cierto punto, nos hemos convertido en camaradas de una única batalla -la lucha por la revolución mundial. El EEK conmemora esta fecha desde la línea del frente del combate contra la destrucción criminal de las condiciones de vida del pueblo griego, por parte del capitalismo internacional. La generación que fundó el EEK ha dejado una escuela de perseverancia revolucionaria, una tradición de experiencias y de trabajo teórico, una influencia de alcance internacional. Somos parte de la generación revolucionaria del 68/69, cuya obra inicial deberemos completar en el período que estamos viviendo. El EEK hunde sus raíces en la gran tradición revolucionaria de los obreros y campesinos de Grecia, que han combatido como nadie, armas en la mano, los ejércitos de Hitler, Mussolini y Churchill-Truman; que derrocó a la dictadura militar de los coroneles; y que hoy libra con movilizaciones y huelgas generales incesantes la ofensiva de la troika imperialista. Nosotros estamos orgullosos del EEK y de combatir junto con ustedes por la abolición de la explotación del hombre por el hombre.


Conmemoramos vuestro Aniversario en un momento de nuevos progresos y desafíos aún mayores. Venimos de lograr una gran victoria en las recientes elecciones nacionales. De los 600 mil votos que el Frente de Izquierda obtuvo en 2011, hemos pasado al doble, en octubre pasado, un millón doscientos mil. Hemos ingresado al Congreso Nacional, a varias legislaturas y a numerosos concejos deliberantes. Nuestra victoria en la capital de Salta sobre el gobierno peronio-kirchnerista ha conmovido a Argentina; obtuvimos el 30% de los votos, con 13 puntos de diferencia sobre el Partido Justicialista. "SaltalaTroska" se ha convertido en ‘hashtag' nacional. Hemos derrotado en forma aplastante a la izquierda democratizante, o sea la victoria del programa de transición (dictadura del proletariado) sobre la adaptación al capitalismo. Todas las fuerzas que integran la CRCI deben reflexionar profundamente acerca de estos resultados. Este "ascenso de la izquierda" ha ampliado como nunca el campo de acción política en la clase obrera. Sectores masivos de la vanguardia de la clase obrera se van definiendo por la unidad del movimiento obrero con el socialismo revolucionario. El apoyo popular inmenso que nos acompañó cuando el asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra, se ha materializado en un desarrollo político concreto.


El ascenso del Frente de Izquierda culmina una etapa de diez años de delimitación política del nacionalismo burgués tardío -el chavismo, el indigenismo y el kirchnerismo. Una parte significativa del electorado peronista votó al Frente de Izquierda. En Salta, los trabajadores peronistas han "saltado el cerco" del aparato peronista en masa; se esboza el debut de un nuevo movimiento popular bajo la dirección de la clase obrera y de la IV Internacional. Es un golpe político contra los democratizantes de Europa, que encubren su capitulación ante la Unión Europea imperialista con los ropajes del nacionalismo latinoamericano. La experiencia argentina es un arma política importante para los cuartainternacionalistas de Europa. Recordemos que los partidos centristas, en Europa, nos cuestionaron, hace diez años, que no hubiéramos traducido en términos electorales nuestra influencia en el desarrollo en el movimiento piquetero; fue sólo una cuestión de tiempo. Ahora deberían sacar una conclusión de lo que está ocurriendo. Nuestro propio desafío es traducir ahora este progreso a la escala de América Latina, es decir la construcción de la IV Internacional en esta parte del mundo. En esta labor nos delimitamos en forma enérgica de los planteos de desarrollar partidos centristas con las burocracias sindicales, bajo la etiqueta de "partidos de trabajadores" sin delimitación política.


Los resultados de Argentina plantean un desafío para el conjunto de la CRCI: desarrollarnos en la acción; poner a prueba nuestros grandes planteos con el desarrollo real de las fuerzas que apoyan la reunificación inmediata de la IV Internacional. El Frente de Izquierda no es un fin en sí mismo, ni una suerte de etapa final; coaliga distintas etapas de la evolución de la izquierda -desde el democratismo y la concepción del partido como una sucesión de autoproclamaciones, por un lado, hasta la reconstrucción del partido revolucionario de la clase obrera -unión del socialismo revolucionario y el movimiento obrero- sobre la base de un programa, por el otro. Toda esta etapa histórica se caracteriza por una gigantesca transición, que mezcla y combina etapas anteriores en la conciencia y organización del proletariado; retrocesos y derrotas; con el desarrollo de una vanguardia revolucionaria que se ha construido sobre la experiencia de todas esas etapas, y con nuevos ascensos. En América Latina se vive todavía un auge tardío del democratismo y nacionalismo tardíos, en el marco de una bancarrota capitalista que hacen inviable el uno y el otro.


Los levantamientos, huelgas generales y revoluciones no han logrado todavía quebrar en forma decisiva la capacidad de resistencia del capitalismo mundial; las grandes luchas se mueven en una forma de zig zag y crisis descomunales. Un giro histórico es inminente. La CRCI debe convertirse en un foco poderoso de teoría y acción revolucionarias. Rechacemos el sectarismo y el palabrerío del mismo modo que rechazamos el oportunismo. Viva el EEK, Viva la IV Internacional