Llegó de Uruguay, exiliado de la dictadura asesina, ya era un militante de la izquierda. Vino con su compañera; y en Córdoba, bajo la dictadura de Videla, se incorporó a Política Obrera en la clandestinidad. Luego se vino a trabajar a Salta como obrero de la construcción y luego carpintero. Y en la clandestinidad fue el organizador de la primera célula del partido en Salta. Como en todo el país, se dedicó a organizar la lucha por la aparición con vida de los desaparecidos, con los Familiares de Desaparecidos por Razones políticas y Gremiales.

Luego, en el período de apertura electoral, se dedicó a construir el Partido Obrero, conquistando la personería, con las nuevas generaciones de compañeros que se fueron incorporando en estos treinta años. Junto con el partido, interviniendo en las luchas de la clase obrera salteña. Por eso, en su entierro, los compañeros ordenanzas que contribuyó a organizar por el pase a planta y los familiares que luchan contra la impunidad, con los que marchó todos los viernes desde que se constituyeron hace dos años, estuvieron presentes acompañando a la familia y a sus compañeros del Partido Obrero. Este dolor que sienten estos compañeros es el enraizamiento del Partido Obrero con su clase, y Elvio su instrumento.

Ya te extrañamos, Pelado, los viejos y los jóvenes, te vamos a recordar en las frases ácidas de tu humor sarcástico, burlándote con agudeza de los lugares comunes que imponen los políticos burgueses en sus discursos.

Hasta la victoria, compañero. Los próximos triunfos van en tu memoria.