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21/12/2006|977

ALBERDI, SUR DE TUCUMAN | Autoconvocarnos para luchar contra las inundaciones

Gran parte de la noche del 11 y de la madrugada del 12, los vecinos de Alberdi vivimos tal vez la mayor zozobra de nuestras vidas. Un verdadero vendaval arreció sobre la ciudad y alrededores. Pero pasada la tormenta, y ya en medio de la oscuridad, la angustia continuó porque comenzamos a inundarnos. Las calles se transformaron en verdaderos ríos de agua, barro, basura y alimañas. El comentario fue el mismo: se desbordaron los canales. Esto porque el pueblo de Alberdi ya tiene varias experiencias anteriores y sabe cuál es la causa y cuál es la solución definitiva al problema de las inundaciones. Pero ningún gobierno ha encarado en serio este tema, a pesar de que las inundaciones no son ya una excepción sino moneda corriente. Si no la sufrimos en el departamento, la sufren los vecinos de La Cocha o Río Chico. Y el motivo en todos los casos es el mismo: la falta de las obras públicas necesarias.

Nos reunimos con algunos vecinos de los barrios más afectados y resolvimos sacar una declaración denunciando el gran negociado que están haciendo los gobiernos provinciales y municipales y hasta comunales con las obras públicas de “maquillaje”, y llamando a autoconvocarnos en asambleas barriales para tomar la solución a nuestros problemas en nuestras propias manos.

Como de costumbre, el gobierno, a través de Acción Social, ya había largado el “operativo” que permite en estos casos a los punteros y gobernantes “hacerse” de prebendas para las próximas elecciones, y desde ya desatar la campaña. Pero esta ayuda sólo llegaba escasamente y en pocos casos. Barriadas enteras no recibieron ni una miserable botella de agua mineral cuando toda la población estaba sin servicio de agua y luz (y todavía hasta el sábado 16 había zonas en que no las restituyeron). Las compañeras del barrio Santa Rosa se reunieron y armaron una delegación para ir a reclamar en Acción Social y en el mismo Municipio; pero en el primer caso fueron mal recibidas (tal vez por ser del Polo y del PO) y en el otro no consiguieron ser atendidas. El miércoles fuimos a una radio ‘amiga’ y denunciamos que la ayuda estaba llegando pero que no estaba siendo distribuida. Recién entonces empezaron a aparecer las cosas y sólo para este barrio. Mientras tanto, muchos vecinos ya habían dormido las noches del martes y del miércoles sobre cartones en el piso húmedo. Y todavía siguen en esas condiciones muchas familias del barrio CGT y de otros barrios.

Ya el jueves al anochecer los pobladores de Marapa y varios compañeros del Polo y del PO, se reunieron en asamblea, hartos de esperar la prometida ayuda, y resolvieron cortar la ruta 308 (camino a Escaba) con el firme propósito de mantener el corte (toda la noche si era necesario) hasta que “diera la cara” el intendente. En la asamblea se discutió que con bolsones y colchones no se soluciona el problema de fondo, y al intendente se le exigió que haga las obras necesarias de acondicionamiento de canales y desagües para terminar con el tema de las inundaciones.

Finalmente la ayuda llegó y la gente pudo volver a sus hogares con un triunfo en las manos y una experiencia más que indica que sólo la organización y la lucha independientes abren una vía de solución a los problemas de los trabajadores.

 

Ada Gallo