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18/4/2013|1264

Altamira debate con trabajadores de prensa, a la medianoche

En medio de la pelea por las paritarias del sector, medio centenar de trabajadores del gremio de prensa, convocados por La Naranja, se dieron cita en el local central del Partido Obrero para conversar con Jorge Altamira.


Entre empanadas y vino, trabajadores de Clarín, Perfil, Tiempo Argentino, BAE, Crónica, Infonews, Cronista, Minutouno, Muy y Revista 23 entre otros medios, intercambiamos las experiencias de cada ámbito laboral, mientras Altamira era entrevistado por Nelson Castro sobre las escuchas telefónicas entre Tomada y Pedraza.


Este marco sirvió para que Gabriel Solano destacara la importancia de la movilización a Comodoro Py, el viernes 19.


Los dos hechos centrales de la conversación de los asistentes con Altamira (llegó poco después de que terminara el programa de Castro) fueron la respuesta vigorosa de Juan Miceli y la interna de la TV Pública a los ataques de los punteros K, y por otro lado la amenaza de ajustes y achiques en Clarín, que ya comenzó a apretar con los retiros voluntarios.


Miceli -destacó Altamira- reivindica la posición del Partido Obrero a favor de una posición obrera independiente en la controversia sobre la ley de medios, porque eso es precisamente lo que hicieron el periodista y la interna, en el lugar menos esperado: un canal oficial.


En relación con el tema de Clarín, Altamira dijo que era un desafío estratégico, que reclama una discusión minuciosa de parte de los trabajadores. Altamira rechazó el argumento de la patronal, que alega un déficit económico, porque el diario integra un multimedios que debe ser visto de conjunto a la hora de medir ganancias. Asimismo, opinó que el ajuste comporta un ataque al derecho ciudadano a la información, que es un bien público monopolizado por intereses económicos y políticos privados de carácter capitalista. Planteó la necesidad de ganar al conjunto de las organizaciones sindicales de prensa, de cada lugar de trabajo, a una oposición de conjunto a cierres, ajustes, limitaciones o censuras.


Altamira destacó que la naturaleza especial del trabajo de prensa, donde la fuerza de trabajo que se pone en venta es intelectual, exige una autonomía completa del periodista frente a la patronal y la ideología de la patronal, lo que solamente se puede lograr por medio de la organización y un programa de reivindicaciones que defienda la libertad de opinión del trabajador de prensa. También señaló que el avance de la prensa puntocom no implica la admisión, por parte de los socialistas, del cese de la prensa de papel, porque ello significaría resignar un derecho cultural fundamental de los trabajadores. Altamira recordó la relevancia histórica de la prensa escrita en papel para la educación de luchadores socialistas y, en el futuro, para el desarrollo político de un gobierno de trabajadores (todo esto entre la medianoche y la una de la madrugada).


Llamó a multiplicar el apoyo al Frente de Izquierda para las próximas elecciones y a oficiar como corresponsales y como periodistas de Prensa Obrera. También dijo que el ingreso del Frente de Izquierda en el Congreso no es un fin en sí mismo, sino una etapa necesaria para impulsar la difusión de las ideas socialistas, la lucha contra los atropellos del capital y de su Estado, y un factor de la organización socialista de la clase obrera.