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14/5/2015|1363

ALTAMIRA Y CASTRO EN LA FERIA DEL LIBRO: Un debate intenso sobre el futuro del capitalismo


Foto: Federico I.


 


La Sociedad de Escritores -SEA- organizó el “Debate sobre Política y Economía en la Actualidad” entre Jorge Castro, economista y periodista, y Jorge Altamira, dirigente del Partido Obrero. Matías Tombolini, periodista y profesor de la UBA ofició de mediador.


 


Jorge Castro planteó que el capitalismo ha crecido en los últimos treinta años como nunca en la historia, como lo revela el colosal aumento de la productividad. “Estamos en una etapa de ascenso histórico del capitalismo ya que la ley de gravedad del sistema capitalista, la productividad, está en una etapa de ascenso”, sostuvo. Diferenció dos períodos, desde el 90 al 2008, con el crecimiento de China y los países emergentes como protagonistas y luego de la crisis de 2008, con el desarrollo tecnológico -Big Data-, la computación, la robótica, la Nube como motores en los países desarrollados. Puso el acento en la existencia de una nueva revolución industrial que desenvuelve un proceso de digitalización de la manufactura que ha conducido a un nuevo proceso de acumulación capitalista.


 


Altamira inició su exposición recordando que con Jorge Castro, continuaba un debate iniciado hace año y que en esta confrontación la disputa no se podía resolver por puntos. “Es una pelea de fondo”, ironizó.


 


 


La burbuja hipotecaria y la crisis


 


Partió de caracterizar la crisis del capitalismo como terminal, en un cuadro dominado por la reducción de la productividad global, la menor tasa de beneficio, la ausencia de inversión. Sostuvo que los desarrollos tecnológicos no pueden aplicarse por motivos económicos en la industria y deben esperar años y años condiciones para su aplicación, estableciendo un símil con los descubrimientos de los años '30, que sólo se pudieron aplicar luego de la colosal destrucción de las fuerzas productivas de la Segunda Guerra Mundial. Planteó, además, que la computación y la industria tenían tasas de beneficio decreciente y sólo existía un desarrollo del software que no era aplicable industrialmente. Cuestionó las cifras sobre la reducción de la pobreza.


 


Desde la ruptura de la burbuja hipotecaria, el desarrollo de la crisis capitalista y la quiebra de Lehman Brothers, se ha desarrollado una metástasis que ha tomado todos los órganos de la actividad económica, sostuvo Altamira. Una crisis que se inició en 1987 con el colapso de la Bolsa de Nueva York, siguió luego con la crisis asiática de 1997 y más tarde con la crisis de la tecnología y el derrumbe del Nasdaq.


 


Los bancos centrales han aumentado su endeudamiento hasta niveles inimaginables, planteó. “Antes de la crisis, España debía el 40% de su producto y ahora 120%. Este endeudamiento se realizó para rescatar a su sistema bancario en crisis. Y los gobiernos han impulsado duros ajustes con destrucción de empleos, reducciones salariales y desocupación para salvar a la banca. Los trabajadores son obligados a rescatar a la clase capitalista”.


 


“Los bancos centrales han reducido la tasa de interés a tal punto que Alemania tiene rendimientos negativos en sus bonos. Esto ha puesto en crisis todo el sistema jubilatorio basado en inversiones en títulos públicos (…) los fondos no tienen rentabilidad para pagar las pensiones y jubilaciones. Se ha impulsado la inversión en las bolsas en búsqueda de rentabilidad.” Sostuvo que “hasta los bancos centrales tienen abultadas inversiones en la Bolsa de Valores. Cualquier sacudón y baja repentina de las bolsas, como incluso la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos ha comentado, puede ocurrir y poner en riesgo el sistema monetario global”.


 


Jorge Castro insistió en su tesis, acotando que el endeudamiento tiene epicentro en Estados Unidos y es parte del proceso de expansión. Planteó que el capitalismo con las crisis se expande y en esa expansión desarrolla un proceso civilizatorio en los países. “Hay un proceso tecnológico que ha desarrollado el capitalismo cuya aplicación producirá un nuevo salto en la productividad”, reafirmó.


Altamira mencionó que él no ve un proceso civilizatorio del capitalismo. Hitler, Mussolini o Tojo (Japón) no impulsaron ese proceso. Hubo un proceso tecnológico en la guerra, pero fue aplicado en la destrucción.


 


 


La aplicación de la tecnología está bloqueada en su aplicación a la economía.


 


Agregó que cambios tecnológicos en el capitalismo hay, pero no lo pueden aplicar a la producción, las empresas están en el momento actual enormemente endeudadas, y con mercados saturados no pueden aumentar la producción. Primero, deberán pasar por una crisis que depurará a un sector del aparato productivo, con despidos y destrucción de salarios para emprender otra etapa.


La acumulación capitalista está en decadencia. Los bancos de Italia, por ejemplo, no le prestan a la industria porque están atados al Estado. El Estado requiere que lo financien, que financien su creciente déficit.


 


Grecia tiene un problema de endeudamiento con Alemania. Si no paga, pondrá en riesgo a todo el sistema europeo, hace años se debatía la disolución de la URSS, hoy se debate el quiebre de la Unión Europea.


 


Altamira sostuvo que los derivados eran otro punto explosivo porque estaban sin control y representaban tres o cuatro veces el capital existente. Que correspondía someter a debate si la situación no era similar a la de la Primera Guerra Mundial, cuando Inglaterra intentó limitar a Alemania, hasta un punto en que se hizo imposible, estableciendo un paralelo con la situación entre Estados Unidos y China.


 


“Jorge Castro dice que el capitalismo aprovecha las crisis para expandirse. Es cierto que es una oportunidad, aunque también para los revolucionarios”, sostuvo Jorge Altamira. Y acotó que ese temor lleva a los bancos centrales y gobiernos a esforzarse para evitarlas.