Partido

22/12/2005|929

ASOCIACION UTOPIA ROSSA BOLSENA (22/11) | Italia: Formemos una Lista Roja

Queridos compañeros:

En la reunión del 20 de noviembre hemos discutido sobre la “cuestión táctica” principal que nos ocupará en los próximos meses, es decir la orientación frente a las elecciones políticas que se vienen. Entre los presentes se verificó un acuerdo unánime acerca de la necesidad de trabajar para proponer la presentación de una lista “roja”, con candidatos anticapitalistas alternativos a la Unión.

No hubo mucho que agregar al análisis tradicional nuestro que considera la coalición de la Unión alrededor de Prodi como el caballo al que apuesta el imperialismo italiano. Es más; en las últimas semanas todas las declaraciones de exponentes de la coalición demuestran que ésta se está derechizando cada vez más: a) el cambio de posición sobre el retiro de Irak; b) la manifestación sionista de Roma junto con exponentes de derecha y militaristas como Ferrara; c) las crecientes concesiones ideológicas de Bertinotti al Vaticano; d) la política represiva de “ley y orden” de Cofferati en Bologna; e) las posiciones antiecológicas y antisociales del gobierno de centroizquierda del Piemonte sobre la construcción del tren veloz Turin-Lion en la Val di Susa (sobre todo esto estamos de acuerdo con Marco Ferrando y con Piero Bernocchi).

Las primarias, lejos de favorecer una presión por izquierda de la coalición, han profundizado la orientación opuesta gracias al sufragio plesbicitario de Prodi. Ahora él puede moverse con más libertad en su proyecto de unificación de la mayoría de los grandes bancos y de la gran industria italiana, como alternativa a la caída del proyecto berlusconiano y en la perspectiva de acelerar los procesos de integración imperialista a nivel europeo.

Aclaramos que si nuestro intento por formar una lista opositora falla, los militantes de Utopía Rossa mantendrán una posición abstencionista, de rechazo del bipolarismo, y de total delimitación con los dos polos de la burguesía imperialista italiana. Esta posición, sin embargo, tendría sentido y valor sólo después de que se hayan agotado todos los intentos por formar la lista anticapitalista alternativa.

La reunión examinó con realismo la dificultad de dicho proyecto. Sobre todo por razones prácticas: son necesarias 600.000 firmas para poder presentar una lista, y la nueva ley electoral introdujo un piso del 4% para las listas no coaligadas. De más está decir que para poder comenzar a plantearse esta posibilidad es necesaria la participación de las mejores fuerzas de la izquierda anticapitalista italiana. No es una tarea que podemos hacer solos o con pocas otras fuerzas (que serían sobre todo grupos locales): tiene que ser el resultado de una acción nacional en la cual tienen que participar las fuerzas de la izquierda italiana. Nuestro humilde aporte consiste en iniciar el camino, sin intención de controlar el proceso y su resultado final.

Ante las dudas planteadas hemos respondido indicando con claridad que el objetivo principal (presentar una lista alternativa a la Unión) no es algo que deja márgenes de maniobra a grupos o figuras oportunistas intencionadas a instrumentalizar la campaña para otros fines. Ella lleva consigo una oposición abierta a las fuerzas de la Unión que hoy son pocos los que estarían dispuestos a enfrentar. Para estar más seguros hemos insistido con que la oposición al imperialismo italiano (y no solamente al norteamericano) tiene que ser central y concreto en el programa que se elabore. Creo que la lucha contra nuestro imperialismo tiene que ser un punto “discriminatorio” esencial en nuestra actividad política.

El segundo problema es que entre los militantes y algunos grupos que se colocan a la izquierda de la Unión (incluso al PRC) ninguno parece tener la voluntad de oponerse a las fuerzas de centroizquierda. Es el caso de la mayoría de los Disobbedienti (autonomistas que siguen a Toni Negri, HK), pero también de muchos otros grupos y centros sociales “libertarios”. Así gana siempre la conducta maximalista (los problemas son otros…) y a último momento se termina siempre votando por el PRC o por el centroizquierda, o se llaman a silencio (oportunismo) acerca del significado de votar, aunque como mal menor, el proyecto del imperialismo italiano.

Hemos propuesto que la campaña se desarrolle en tres fases:

1) Elaboración y distribución de un manifiesto que prepare asambleas en Milán, Roma, Bari, Nápoli, Palermo… con todos los que estén de acuerdo con la propuesta.

2) En enero, crear una red de comités para la formación de las listas “rojas” y elaboración de un documento colectivo de cara a las realidades sociales y políticas que trabajan en una lógica alternativa al programa de la Unión: las luchas del sur, los comités ciudadanos, la oposición en Val di Susa, los sindicatos de base (Cobas), Progetto Comunista, centros sociales, y las miles asociaciones de autoconvocados a nivel local.

3) Creación de una estructura operativa de comités para juntar las firmas y armar las listas junto con todas las fuerzas que se sumen a la actividad.

¿Lograremos llevar a buen puerto una batalla tan difícil? La opinión nuestra es que hay que intentarlo.

Hasta la victoria.

Roberto Massari (Utopia Rossa, C.P. 144 – 01023 Bolsena -VT- [email protected]