Bielsa y la nueva ciencia política
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Sr. Director de Prensa Obrera:
El actual ministro de Relaciones Exteriores y diputado nacional electo, fue sucesivamente funcional a diversos gobiernos. La “funcionalidad” no deja de existir cumpliéndose “cargos administrativos”, sobre todo teniendo en cuenta la importancia de los cargos desempeñados por Bielsa. Comenzó su “intinerario” “administrativista”, con la última benévolamente calificada de Dictadura Militar, cuando debe ser correctamente denominada como “horda procesista también narcopromotora”. Otros de sus compañeros o ex compañeros, fueron también funcionales contribuyendo a “administrar” delaciones en todo el país, las que afectaron la vida de innumerables compañeros delatados. Recientemente se ha denunciado que para expandir las delaciones participaron en “controles fronterizos”. Tal proceso de delaciones no tiene parangón con la historia y el accionar de otras opciones armadas en la historia de todo el mundo. Explicarlo con el “flan ideológico” que siempre fue el peronismo, es insuficiente y es una tarea pendiente de los intelectuales.
Curiosamente todos los gobiernos que contaron con la prestación “administrativa” de Bielsa, fueron y son activos adherentes del “statu-quo” y expansores, sin límites, de la brecha “entre ricos y pobres”. Por afinidad ideológica, Bielsa apoyó y sigue apoyando la rifa-privatización del patrimonio nacional concretado, superando la Década Infame por parte de los nuevos conservadores “justicialistas” y cualquier otro proceso de entrega del patrimonio nacional conocido hasta la fecha en América Latina. De tal proceso fueron activos paladines el matrimonio Kirchner, de lo que nunca se arrepintieron ni se arrepentirán.
El candidato Bielsa, siendo simultáneamente funcionario público (ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno Nacional) no tiene escrúpulos en aceptar aportes para la campaña electoral provenientes de la empresa alemana Siemmens. Esta, como es de público conocimiento y de Bielsa, tiene en trámite un multimillonario reclamo ante jurisdicción inconstitucional (Ciadi) contra el Estado nacional. De antigua data se considera legalmente que los “actos de los empresarios no se presumen gratuitos”. No se conoce hasta la fecha cuáles serían las “contraprestaciones”, consecuencia del aporte económico electoral.
Como funcional e intelectual del “statu-quo”, Bielsa es tambien “dual”. Afirmó y afirma que “Carrió es la nueva derecha”. Ello significa que él sigue perteneciendo a la “vieja derecha” superadora por varios cuerpos de la entrega y fraudes electorales de la primera Década Infame. No debe sorprender que Bielsa justifique con argumentos de “papel prensa” el clientelismo político. Este, desde antiguo es un recurso al que recurren los conservadores de “variado pelaje y diferentes disfraces” para mantener el orden conservador. Han transformado la desocupación, la pobreza, la marginalidad, en armas de triunfo electoral a las que no quieren renunciar. Bielsa considera que ello es también una política “progresista” y la apoya decididamente.
Un sector de intelectuales y “transversales” (con o sin cargos públicos bien rentados) o “idiotas útiles”, vienen revolucionando la ciencia política en Argentina. Los “ultra-entreguistas” en cualquier nivel de participación de la Década Infame del ‘90 han sido transformados —incluyendo los mayores expertos en remates judiciales del país y del mundo— en “centro-izquierdistas” y máximos responsables de un gobierno de tal “signo”, que tampoco encuadra en “horóscopo” alguno.
Por el “éxito” de la creativa “mutación” han iniciado los primeros pasos para demostrar también que, en la actualidad, los “nazis” o “neonazis” existentes en el mundo, se han transformado en partidos democráticos o de centroizquierda y que, en cualquier país, deben ser convocados a superar impasses políticas y eventualmente ser la “cabeza rapada” organizadora de “nuevos gobiernos”, que incorpore el color “pardo” como “vitalizador” de los colores de cada bandera nacional.
Buenos Aires, octubre de 2005
