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22/9/2005|918

Carrió, Olivera y el lavado de dinero

UN CONTRATO MORAL VENCIDO

La afirmación de que el ex banquero delarruista Enrique Olivera -hoy candidato de Carrió- figura en el informe sobre lavado de dinero promovido hace años por la propia Carrió, podría haber quedado como una mera chicana de campaña… si no fuera por las “precisiones y desmentidas” formuladas por los destinatarios de la acusación. “No aclares, que oscurece”, dice el refrán.

Carrió “desligó a Olivera de toda responsabilidad”, “aunque reconoció que durante esa época él era secretario de Turismo (bajo el gobierno de Alfonsín, en 1989)” (Noticias Urbanas, 28/8). ¿A qué se debe el “aunque”? ¿Qué tiene que ver el lavado de dinero con una función de gobierno? Es el propio Olivera el que lo “aclara”: “Lo que la Secretaría de Turismo hacía era promover inversiones en hotelería. Pero no es que alguien actuara como agente de ninguna manera” (ídem).

No es un secreto que la hotelería, al igual que el juego y las industrias de la gastronomía y el espectáculo “vip”, son uno de los principales ámbitos del lavado de dinero en todo el mundo. El enclave hotelero-gastronómico e inmobiliario que se desarrolló en la Ciudad de Buenos Aires en los últimos quince años tiene sus orígenes sospechados, como lo señala el propio informe de la Comisión Investigadora que integró Carrió. Pero lo que se denuncia ahora es que Olivera, como secretario de Turismo, realizó activas gestiones para cambiar el código urbano de la mansión Alzaga Unzué, para erigir allí el Hotel Hyatt. El inversor era Gaith Pharaon, principal imputado de toda la investigación sobre narcolavado. “Había en el gobierno intenciones de promover inversiones extranjeras. Y la Secretaría de Turismo, a través de Enrique Olivera, nos entrevistó en varias oportunidades para apurar el expediente” (declaración del entonces secretario de Obras Públicas de la Ciudad en el informe de la Comisión Especial Investigadora sobre Lavado de Dinero, pág. 204). El trámite municipal para la habilitación del hotel “fue aprobado en tiempo récord por el entonces intendente (y actual candidato de la UCR) Facundo Suárez Lastra” (ídem).

Agreguemos -de nuestra cosecha- que el ingreso de Pharaon a la Argentina se produce a través de la compra de participaciones en el grupo Fiat… cuyo directorio Olivera integró en los años ‘70 y ‘80.

Al postular a Olivera como primer legislador, Carrió ha colocado en la línea sucesoria de Ibarra a un representante de los intereses sociales que han entregado la ciudad a los capitalistas del acaparamiento inmobiliario, la hotelería y las industrias culturales. A ese elenco, Kirchner mediante, se ha agregado en los últimos años la proliferación del juego. Es un boom financiado con narcolavado, y que somete a miles de jóvenes y pasantes a un trabajo precario y mal pago.

Lilita, se te venció el “contrato moral”.

Marcelo Ramal