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6/3/2008|1028

Cavallo quiere ser juzgado en Argentina

"Ricardo

Ricardo Cavallo, Sérpico, teniente de navío, terror de la ESMA, miembro del Centro Piloto de París, fue extraditado hace tres años por México a España. Está acusado de la desaparición de 227 personas, el secuestro y torturas de 110 y la detención de 17 mujeres cuyos hijos continúan en cautiverio. La fiscalía española pide hasta 17.000 años por crímenes de lesa humanidad. Pero el juez argentino Sergio Torres reclamó su extradición para juzgarlo por cinco (5) causas en la Esma. El gobierno español aceptó y está en debate si continuará o no el juicio en Madrid o directamente será suspendido.
Cavallo está de acuerdo con los jueces argentinos. "Él quiere ser juzgado en Argentina, que es su juez natural. Y allí ya no hay impunidad", subraya cínicamente su abogado defensor, Fernando Pamos de la Hoz (El País, 2/3). "Confía absolutamente en tener mejor trato en Argentina que en España" (Página/12, 1/3). El abogado de la acusación, Manuel Ollé, se opuso a la extradición: "El proceso estaría en una fase totalmente embrionaria, en una fase en la cual ni siquiera el sumario está instruido". En España, sólo falta fijar el día del juicio oral.
Desde Hebe Bonafini e Hijos hasta la más conspicua derecha han aplaudido la medida con el mismo argumento: en la Argentina "hay justicia plena" (Estela de Carloto). Como es sabido, al ritmo que avanzan los juicios, hará falta más de una centuria para que los genocidas sean juzgados. Mientras tanto, las condiciones en que están detenidos les permite organizar junto a las fuerzas de seguridad el secuestro de Julio López, intimidaciones a los sobrevivientes, el asesinato de Febres, el "suicidio" de Navone, etcétera.
Sérpico no es, como sostiene Bonafini, "un represor más". Entre el fin de la dictadura y su detención en México dirigió una red de inteligencia y negocios, de documentación de personas y automotores "que les permite el control de información estratégica en América latina". Sus empresas se extendían a "México, El Salvador, Bolivia, Brasil, Zaire y la Argentina" (Clarín, 10/9/00).
Como advirtió repetidamente Prensa Obrera, el objetivo del kirchnerismo cuando impulsó la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida "fue impedir la extradición de los represores que reclamaban varios tribunales europeos" (Prensa Obrera N° 985).
Gracias al gobierno de los "derechos humanos", Cavallo puede zafar del juicio en España.

Olga Cristóbal