Partido

12/12/2013|1297

“Comenzamos a darle unidad política a la clase obrera”

Por su enorme concurrencia y la calidad de sus actividades, el Picnic 2013 fue congruente con su consigna de convocatoria: la tarea de pasar de la victoria electoral a la organización de miles de trabajadores y jóvenes. Más de 8 mil personas se dieron cita en los Bosques de Palermo desde muy temprano. Las actividades deportivas, además de la tercera edición de la carrera de 5 km por Mariano Ferreyra, incluyeron voley y torneos de fútbol con más de 140 equipos anotados. También hubo cine, poesía, un escenario específico de rock, y recreación infantil. Las mesas-debate sobre el movimiento obrero, cultura y política, la situación de la Ciudad, y el movimiento obrero, así como la presentación del nuevo libro sobre Mariano Ferreyra, reunieron a centenares de personas. Todas contaron con calificados paneles. En el escenario central actuaron, entre otros, Salta La Banca, Goy Karamelo y el folclorista Bruno Arias. Junto a la librería del PO, la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, y también el Partido de los Trabajadores de Uruguay, estuvieron presentes con sus materiales. José Castillo, dirigente de Izquierda Socialista, hizo un saludo a la concurrencia. Finalizados los discursos de Pitrola y Altamira, hubo un cierre musical a cargo de Las Manos de Filippi, ante una tormenta que parecía contenerse adrede para no estallar.

Compañeras y compañeros:


Muy feliz de estar clausurando este nuevo picnic del Partido Obrero, en una alianza política casi perfecta con las nubes que sobrevuelan sobre nosotros. Los picnic fueron concebidos para celebrar el año de lucha, para celebrar el coraje de todos los explotados en la lucha por una vida superior, un mundo diferente, en la lucha por la alegría. Es una celebración que cada vez es más multitudinaria. Los luchadores nos juntamos en el verde, practicamos un deporte, participamos de una mesa redonda, conversamos, traemos a la familia con alguna marmita y algunas cositas para comer y venimos a celebrar la vida de los que luchamos por abolición de la explotación del hombre por el hombre y por el socialismo (aplausos).


En este picnic, la mejor celebración de la vida es que tenemos aquí a Elsa Rodríguez (aplausos), la compañera de lucha de los trabajadores ferroviarios y de Mariano Ferreyra, que día tras día, va progresando en el esfuerzo por superar las consecuencias de las terribles heridas que le infligió la patota de José Pedraza. También estamos celebrando lo que nosotros vamos a transformar en un hecho histórico: la victoria del Frente de Izquierda el 27 de octubre, consagrando diputados, legisladores, concejales, y dos semanas más tarde, ganándole al peronismo por trece puntos de diferencia en la capital de Salta (aplausos).


Para nosotros, esta victoria significa que comenzamos a darle una unidad política a la clase trabajadora. Una unidad política que la clase trabajadora no tiene y que la usurpan los propios explotadores, arrastrando a la mayoría del pueblo a votarlos, a seguirlos. Con esta victoria y este desarrollo, un millón trescientas mil personas votaron una agenda política y una perspectiva de conjunto. Esto es lo que estamos celebrando con este picnic. Esto también es celebrar la vida. Este picnic es también una celebración del Partido Obrero, que no es protagonista de la historia de este país por primera vez. En una tribuna similar a esta, en otro diciembre, impulsamos un movimiento social y un movimiento de lucha que aún continúa marcando la conciencia del pueblo y el temor de las clases explotadoras: el movimiento piquetero que nació en la Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados, en junio de 2001 (aplausos). Sin esa tradición política no estaríamos hoy donde estamos, no tendríamos las bancadas que tenemos y no estaríamos unificando políticamente al movimiento obrero por primera vez en las últimas décadas, un movimiento obrero con un objetivo político. Esto sólo puede hacerlo una fuerza que se ha enraizado en la historia, en los períodos revolucionarios y en los períodos contrarrevolucionarios. En los períodos en que nuestro periódico se vendía con absoluta libertad y en los períodos en que nuestro periódico se vendía, con la misma tenacidad, en la clandestinidad, entre las desapariciones, la represión, la masacre y el genocidio, el Partido Obrero estaba ahí con su prensa clandestina (aplausos). No hemos forjado una conciencia ocasional. Somos la expresión del desarrollo histórico de la conciencia política de la clase obrera (…).


Disolución política


No se puede entender tampoco el alcance de este desarrollo político si no lo ubicamos en el contexto de una virtual disolución del gobierno nacional, con una Presidenta encerrada en Olivos y con un jefe de gabinete que la tiene que sustituir y que es incapaz de desarrollar ninguna medida concreta frente al caos económico y político de las últimas semanas. Es un gobierno en disolución, que está dolarizando toda la economía, le paga con títulos que se ajustan en dólares a las cerealeras, a los sojeros, a los acreedores internacionales. Es Cavallo bajo la forma de Kicillof, es un gobierno en completo derrumbe. El índice de inflación de diciembre estará entre el 5 y el 6 por ciento mensual, un índice de liquidación de los ingresos de lostrabajadores. En este contexto se desarrolla el Frente de Izquierda; en este contexto, un millón trescientos mil ciudadanos y ciudadanas votaron al Frente de Izquierda. En este contexto hay una agenda política del Frente de Izquierda, del Partido Obrero, que se manifiesta en los parlamentos nacionales y provinciales.


Esto debe ser destacado, porque en la crisis de 2001 y 2002 no había habido aún un desarrollo político de la izquierda a la altura de esa crisis. En este marco se han producido, en los últimos días, acontecimientos excepcionales, porque por el lado menos pensado -una rebelión policial, el gobierno de Córdoba avala un nuevo salario mínimo para la policía igual al costo de la canasta familiar. El combate que siempre libró la clase patronal contra el salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, que es de 8.500 pesos, se lo terminó metiendo la policía, que ellos han constituido para reprimir a los trabajadores que luchan por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar (aplausos).


De tanto impedir que ingrese por la ventana o por la puerta, la crisis se les metió por la azotea. Ahora tienen una crisis interna de los aparatos represivos, podridos, infiltrados y corruptos, y una crisis social: porque todos los trabajadores de la Argentina están reclamando que ellos también quieren un salario básico igual al costo de la canasta familiar (aplausos).


¿No decían que esta consigna era una de las tantas fantasías hipócritas del Partido Obrero y del Frente de Izquierda? Algunos decían que era una demagogia. Pero están discutiendo en algunas de las provincias que el salario policial, el básico, sea de 10 mil pesos, 2 mil pesos por arriba del costo de la canasta familiar. Es decir: se ha desatado una crisis general, y han desatado esta crisis con las "mejores intenciones": vamos a darle 8 mil pesos a la cana, porque como ahora se vienen las paritarias y las luchas sociales, tengamos bien a la cana para reprimir a las luchas sociales; agrupemos fuerzas en torno a la defensa del Estado y contra los trabajadores. Los millones de trabajadores saben que la plata está, que es posible, que si una institución represiva recibe 8 mil pesos los trabajadores no pueden bajar esa reivindicación a menos de 8 mil pesos, un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar. La crisis deja enseguida al desnudo la disolución política del gobierno: del gobierno de la jefa que arbitra todo, pasamos a una jefa que anda con los perritos y a Capitanich, que a los diez días de hacerse cargo del gobierno tiene que enfrentar la crisis de Córdoba. La señora de los perritos le dice: "A De la Sota no lo vas a ayudar", y se arma esta tremenda crisis, que terminó con saqueos, con distintas manifestaciones, y que provocaron que salieran ahora a socorrer, no a De la Sota, sino a los 24 gobernadores de provincias enfrentados con una circunstancia similar. Al movimiento obrero le cabe ahora la responsabilidad de llenar el vacío político, las calles de las ciudades y pueblos de la República Argentina tienen que ser ocupadas por los trabajadores, no pueden ser ocupados ni por la policía ni por saqueadores, tienen que ser ocupados por el movimiento obrero para darle una salida política al caos que están engendrando las clases dominantes (aplausos).


Organizar a miles de trabajadores


Somos la única organización que con este planteo está desarrollando una alternativa política al derrumbe de este régimen. Al vacío de la clase capitalista, le oponemos el desarrollo del Frente de Izquierda. Por eso, lo más importante en este acto es su consigna. No podemos transformarnos en una verdadera alternativa política si no atravesamos la transición que va de las conquistas y de la situación actual a un situación futura, pero cercana, de movilización política unitaria de los trabajadores. Y eso significa que el Partido Obrero y el Frente de Izquierda tienen que tomar esta votación para organizar a miles de trabajadores y la juventud, y hacerles sentir a través de la experiencia y de la lucha que están construyendo su propia organización política. Hemos conquistado que los trabajadores en masa, incluidos los trabajadores de la clase media, nos escuchen y, después de escucharnos, nos voten (aplausos). Es la puerta abierta para un desarrollo gigantesco: la posibilidad, a través de la experiencia, de ver lo que es este régimen de gobierno y lo que es este desarrollo nuestro.


Han llegado a la incompetencia total. Están tratando de meter la mano en cualquier lugar para que haya un dólar; el endeudamiento que crece, el mayor poder que se le está dando a los acreedores usureros internacionales para intervenir en la Argentina, como consecuencia precisamente del aumento de la deuda. Los que nos querían desendeudar, están endeudando a la Argentina a una velocidad descomunal, y no logran detener el crecimiento de los precios. Están saqueando la Anses, venden los títulos que tenía la Anses por debajo del precio; están enriqueciendo a los especuladores que compran esos títulos a bajo precio y que lo van a revender a un precio superior. Están saqueando la caja de los jubilados delante de los ojos de todo el mundo. Es la descomposición económica más completa. Están aterrorizados ante la perspectiva de que se derrumben las vacaciones, pero cuando terminen las vacaciones van a estar aterrorizados porque vienen las paritarias; y así van de terror en terror. Es un momento que exige mucha capacidad de acción del Frente de Izquierda y el Partido Obrero. Hay que promover asambleas para los pedidos de otro aguinaldo y, fundamentalmente, los 8 mil pesos de salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, y con esas banderas que sea la clase obrera la que ocupe la calle y domine el escenario político; eso va a unir a otros sectores populares. La tarea es organizar a miles de trabajadores y de jóvenes, porque, en definitiva, gobernar desde el punto de vista socialista es involucrar a toda la clase obrera y a todos los trabajadores en la gestión cotidiana de la vida social, económica y política del país. Eso es gobernar (aplausos), es la conciencia definitivamente conquistada de la clase que produce la riqueza del país. No hay ningún misterio, éstos que gobiernan ahora son, todos ellos, sin excepción, una manga de ladrones (aplausos).


El Frente de Izquierda


Los que luchamos por esta perspectiva somos conscientes de las contradicciones que atravesamos nosotros mismos. Nosotros integramos un Frente de Izquierda que es una combinación del pasado y del futuro. El Frente de Izquierda es el futuro porque ha abierto esta perspectiva política, pero también es el pasado, de oportunismos, de sectarismos y de autoproclamación. La lucha consiste en que el futuro derrote al pasado, que el futuro se convierta en el campo de la acción política de la izquierda, y destruya el infantilismo pequeño burgués, autorreferencial, ombliguista. Los socialistas no tenemos, con cualquier sector de trabajadores, otra diferencia que no sea que nosotros le queremos dar a este movimiento un carácter general y expresar sus intereses históricos. No nos oponemos en calidad de secta a los trabajadores; queremos intervenir con los trabajadores para, en común, sacar las conclusiones revolucionarias de la experiencia que se va desarrollando. Procuramos hacer consciente aquello que la propia masa popular protagoniza y no pretendemos, con un artificio, oponernos a ella. Todos los procesos históricos combinan el pasado con el futuro. Hay que impedir que el pasado sea una traba grave para el futuro. Estamos completamente armados para impedirlo. Por eso empecé este discurso diciendo que tenemos cuarenta años de protagonismo histórico. No vamos a entregar este movimiento, lo vamos a llevar hasta sus últimas consecuencias. Este movimiento que se inició para tener un gobierno de trabajadores.


La forma de superarnos es ser severo con el sectarismo (aplausos). Allí donde hay una manifestación de sectarismo, atacarla. Mostrar que el camino de la lucha de clases es muy superior al de la receta de un sectario, ni qué decir de la autoproclamación. Pero tenemos que entender que sólo enterraremos ese sectarismo, ese faccionalismo, cuyas consecuencias sólo puede ser negativa para el movimiento obrero, si ampliamos el campo de acción: cuando más obreros vienen a nuestro movimiento, cuando lo hacen con más energía, con más voluntad, más conciencia, más resolución. En la mesa redonda de hoy, en materia sindical, los hemos visto. Hombres y mujeres de su clase, discutiendo el futuro del sindicalismo y las luchas que están presentes. Ellos van a barrer con ese sectarismo, ellos van a abrir el camino mayoritario, amplio, rico, de una revolución socialista.


Tenemos que hacer realidad lo que dice este cartel. De la victoria del 27 de octubre y del 10 de noviembre en Salta, a la organización de miles de trabajadores y de jóvenes, a la participación de esos miles en las discusiones sobre la política a seguir y, por lo tanto, los invito desde esta tribuna a participar del congreso que anticipo como histórico, del XXII Congreso del Partido Obrero en los últimos días de abril. Porque va a ser congreso de los miles de trabajadores y de jóvenes que ya se están incorporando al Partido Obrero, que ya se están incorporando a la lucha abierta por el Frente de Izquierda.


Hacemos este picnic para celebrar la lucha y la vida. Queremos la victoria completa de la clase trabajadora, para que la vida sea una celebración permanente y terminemos con la miseria social, moral y humana de los regímenes de explotación del hombre por el hombre (aplausos).


¡Viva la clase obrera! ¡Viva los luchadores obreros y populares! ¡Viva!, no por ritual, no por lugar común, no por repetición, ¡viva la Cuarta Internacional!, porque sólo triunfaremos cuando los proletarios de todos los países se encuentren unidos (aplausos).


¡Arriba los pobres del mundo!