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10/11/2005|924

CONFIRMADO EN MEDIO DE LA CUMBRE | Base militar yanqui en Paraguay

Aeropuerto de Estigarribia, en medio del desierto paraguayo. Lo usarán tropas de EEUU.

Investigaciones periodísticas revelaron la existencia de una importante base militar yanqui en la nación guaraní. Instalada en la ciudad de Mariscal Estigarribia, donde existe una inmensa pista de aterrizaje, desproporcionada para la fuerza aérea paraguaya y que permite recibir, por su amplitud y solidez, aviones de gran envergadura, tanto bombarderos como de transporte de tropas y equipos militares (B-52, C-130 Hércules, C5 Galaxy, entre otros), funciona como base de entrenamiento y servicio de inteligencia para el control de toda la región.

Pese a las desmentidas de Washington y Asunción sobre la instalación de una base militar en Paraguay, el diario ABC ha dado a conocer un documento “confidencial” en el que revela que el gobierno paraguayo ha establecido un acuerdo secreto con los yanquis cediéndoles el aeropuerto “para controlar conjuntamente el espacio aéreo” (Clarín, 28/10), además de haber otorgado permisos a la CIA y al FBI para operar en distintas ciudades con la excusa del combate al “narcotráfico y el terrorismo islámico”. La misma que sirvió para que en mayo el Congreso paraguayo aprobara una ley que concede “inmunidad a las tropas norteamericanas”. Se trata de una conquista “estratégica -dicen los expertos- porque desde allí se pueden monitorear objetivos sensibles como Bolivia (centro de una disputa interna por los hidrocarburos), el Acuífero Guaraní (uno de los reservorios de agua dulce más grandes del mundo) y la Triple Frontera, en el límite con Argentina y Brasil, para Washington una trastienda regional del terrorismo” (Clarín, 11/9).

A cambio, Paraguay estaría recibiendo un trato comercial favorable (apertura de mercado, reducción de aranceles, subvenciones, etc.), inversiones en infraestructura, “ayuda social” e inyección de recursos y capacitación. Una suerte de “plan Colombia” versión Mercosur (que, por otra parte, poco y nada aporta económicamente al Paraguay).

Matías Villar