CONGRESO DE SUTEBA | La burocracia reivindica al gobierno
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Contra los docentes de Bolivia y los trabajadores de Sidor
El congreso del Suteba, realizado en Mar del Plata el 11 de abril, sesionó en medio de una de las crisis más importantes sufridas por la burocracia celeste de Maldonado y Baradel: su ruptura con la Azul y Blanca (CCC), luego de casi seis años.
La burocracia yaskysta reivindicó su integración al gobierno de Kirchner. Intervino a la defensiva, en un marco de provocaciones constantes hacia la oposición. El operativo, a cinco días del parazo nacional de la mayoría de los docentes del país, comenzó con un video trucho del aniversario del fusilamiento de Carlos Fuentealba en la provincia de Neuquén: cortaron una parte del discurso de Sandra, la viuda de Fuentealba, en la cual critica a la Ctera por carnerear el paro.
Los discursos de Maldonado, de Baradel y de los celestes, fueron para defenderse de los planteos de Tribuna Docente y de la Azul y Blanca.
Por tratarse de un "congreso de ratificación de fe celeste", la burocracia pudo mover poco; sus filas se vieron bastante raleadas.
Pero consiguió un nuevo aliado: el Partido Comunista hizo bloque férreo con la Celeste y, juntos, anunciaron un operativo contra el Suteba de Lomas de Zamora, recuperado en 2003. Esta realidad, expuesta descaranadamente en el congreso, pone de relieve el papel de idiotas útiles que jugaron, en la asamblea de Lomas, Izquierda de los Trabajadores, Convergencia Socialista y el PTS, que atacaron a la directiva combativa mientras Pedro Ponce hacía una asamblea divisionista en la CTA local.
La burocracia celeste contrastó su política con la de los docentes de Bolivia (que enfrentaron la política de privatización educativa de Evo Morales), y destacó que estaba en la vereda de Kirchner, Morales y Chávez. En forma paralela, el gobierno "nac & pop" de Maldonado y Baradel defendía ante Chávez a Techint en la siderúrgica Sidor.
La izquierda perteneciente al MIC no vino; la que sí vino estuvo completamente desdibujada. Fue el reflejo de las asambleas seccionales, en muchas de las cuales también defeccionó.
El bloque que se opuso a la burocracia votó reabrir la lucha salarial y preparar un plan de lucha que lleve a la huelga general. Se ha abierto una nueva etapa.
