Partido

21/9/2006|964

Contra la legalización de la explotación sexual

PROPUESTAS EN LA LEGISLATURA PORTEÑA

Las personas y organizaciones firmantes, repudiamos:

Los proyectos presentados en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires en la Comisión de Salud, dado que consideramos que los mismos pretenden reglamentar la prostitución, estableciendo prostíbulos (casas de citas, confiterías y bares donde se oferte prostitución o con alojamiento para su ejercicio), control de las personas prostituidas mediante libretas sanitarias y demás regulaciones.

Consideramos que cualquier tipo de reglamentación sólo puede redundar en aumento y legalización del proxenetismo, trata o tráfico de mujeres y niñas/os, mayor represión, tomando como excusa, aun con buena intención, la protección de las mujeres y demás personas que ejercen la prostitución en la Ciudad de Buenos Aires.

Estos proyectos son inconstitucionales dado que nuestro país es signatario de la “Convención contra la trata de personas y explotación de la prostitución ajena”, ratificada por ley del Congreso de la Nación, que consagra el sistema abolicionista, el cual establece que no debe perseguirse a las mujeres y demás personas en prostitución y sí a los proxenetas y tratantes, fiolos, cafishios, etc. Tampoco pueden exigirse libretas sanitarias, ningún tipo de registro, ni el establecimiento o habilitación de prostíbulos, casas de citas, zonas rojas, etc. como proponen los proyectos.

Las propuestas de ley presentadas consagran el sistema reglamentarista, con el argumento sanitarista que falsamente sostiene que así organizan el cuidado de las mujeres y demás personas en estado de prostitución, en las cuales se controlarían las enfermedades de transmisión sexual (ETS), y en esta etapa, especialmente del VIH-Sida, protegiendo de esta manera a los clientes.

Pero, ¿quién protege a las mujeres y demás personas en prostitución de las ETS y VIH que transmiten los clientes?

El argumento sanitario ha sido rebatido por la realidad. Cuando funcionó este sistema en el país (1875-1936), la trata y tráfico de mujeres aumentó a tales extremos que la Argentina era conocida como “el camino de Buenos Aires”, y fue famosa la organización de proxenetas conocida como “Zwig Migdal”.

El propio Fidanza, médico autor de proyectos de reglamentación de fines del siglo XIX y principios del XX, ponía en duda la utilidad de las revisaciones médicas. Sostenía que “puesto que ni siquiera examinando diariamente a las prostitutas que se entregan a la vida de desórdenes que caracteriza a la mujer pública, podría estarse completamente seguro de la sanidad de sus órganos sexuales”. Más allá del tono moralista, propio de la doble moral de los reglamentaristas, es evidente que ni siquiera ellos pueden sostener la eficacia de los controles sanitarios.

Alemania ha reglamentado la prostitución como trabajo. Esto ha generado el aumento de la trata y tráfico de mujeres y niñas, dado que lo que en realidad se legaliza de esta manera es a los proxenetas y traficantes, que pasan a ser “industriales” de la mal llamada “industria del sexo”.

En este país y en Holanda, desde que la prostitución se consideró trabajo, ésta aumentó más del 25% y lo mismo sucedió con la trata. Las mujeres y niñas, traficadas desde los países pobres de América Latina, Asia, Africa y Europa del Este, constituyen del 85 al 90% de las víctimas de tratantes, proxenetas y del propio Estado, recluidas en los campos de concentración que son los prostíbulos, casas de citas, bares prostibularios, etc. y sometidas a todo tipo de violencia, vejámenes y abusos sobre sus cuerpos por parte de clientes y proxenetas.

Si la prostitución es trabajo, ¿las/os niñas/os sometidas/os a prostitución serían aprendices? No nos olvidemos que la Ley de Contrato de Trabajo autoriza a los menores a trabajar desde los 14 años. Los “clientes” que consumen prostitución infantil, ¿qué son?

Consideramos que lo que se necesita, no es control y represión de las mujeres y demás personas en estado de prostitución sino políticas sociales y culturales, que apunten a los clientes y a la toma de conciencia del daño que hacen, y políticas que erradiquen el hambre y la miseria, caldo de cultivo para todo tipo de mafias, entre las que la prostitución está sacando ventaja a l tráfico de armas y la droga.

Lo único que se conseguirá con este tipo de leyes es más discriminación, más violencia contra las/os más desprotegidas/os. Reglamentar la prostitución o considerarla trabajo es contribuir a organizar el negocio de proxenetas y rufianes, cuando lo que se necesita son políticas de empleo, políticas de educación y erradicar la desigualdad.

“Red NO a la trata” ( [email protected] ); Coalición Argentina contra la Trata (CATW-AR); María Elena Naddeo, presidenta del CDNNYA-Caba, CATW LAC; Graciela Vargas, Area Género Sec. DDHH Nación; Atem 25 de Noviembre (grupo Feminista); Mujeres Trabajando; Acción Solidaria en Salud; Feministas en Acción; Cecym; GES ONG; Caref; Casacidin; Mujeres en Resistencia – DDHH con perspectiva de género, Facultad de Filosofía y Letras; Cirsa; Adige ORG; Susana Trimarco, madre de Marita Verón; Dra. Beatriz Aída Arza; Gabriela Adelstein, traductora; Autoconvocadas por los DDHH; Lic. Alberto Ilieff; Marta Trejo; Dra. Elizabeth Borland; Fabiana Tuñez; Marta Montesano; Ada Rico; Globa Diversidad (Gays y Lesbianas del Oeste de Buenos Aires); Bibiana Del Brutto, Facultad de Ciencias Sociales, UBA; Magdalena Grau; Cristina Daneri; La Casa del Encuentro.

Recibimos las adhesiones a [email protected], [email protected]