Conciliación con los despedidos adentro

La patronal brasileña de Estancias del Sur respondió con 70 despidos de trabajadores (y amenaza con 200 más) ante el paro que los trabajadores realizaron el miércoles 23, al finalizar la conciliación obligatoria; durante la conciliación, los trabajadores y la empresa no llegaron a ningún acuerdo sobre los reclamos salariales.

La patronal fue beneficiada con subsidios del Estado provincial (400 pesos por empleado) para hacer frente a la garantía horaria por el parate producido durante el lock-out agrario. Esto, a pesar de que estaba en conflicto con sus trabajadores por irregularidades en el pago de la garantía horaria anterior y los premios a la producción, lo que llevó a una ocupación de la planta.

Los despidos nada tienen que ver con el "conflicto del campo"; responden a la decisión de la patronal de descabezar la incipiente organización de los trabajadores surgida en el último conflicto contra la burocracia sindical. Es vox populi que la lista de los despedidos (en principio fueron 37) fue "dictada" por el gremio.

Los trabajadores respondieron con el paro general; desde el jueves 24 se mantienen frente a la planta con cortes de la importante ruta E53 (camino Pajas Blancas).

El sábado, ante la denuncia de que la patronal estaba retirando mercadería de la empresa, los trabajadores montaron una guardia permanente frente la planta. La patronal requirió al Senasa la autorización para faenar en su planta de Santa Fe (y habría obtenido el permiso), mientras la policía provincial se metió en el predio para evitar la toma de la planta.

Quebrando todas las maniobras de la burocracia, que pretendía que los trabajadores aceptaran los despidos, la asamblea votó mantener el paro, cortar la ruta y de ahí marchar a Córdoba, a la Casa de Gobierno provincial.

El gobierno, que se había pasado cinco días sin intervenir, decretó entonces la conciliación que retrotrae la situación al día anterior a los despedidos. Ahora hay que preparar el triunfo definitivo.