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15/5/2008|1037

Curi es otro Taselli | Que el Estado intervenga Mafissa

Para ponerla a producir bajo control de los trabajadores

Cada día que pasa, resulta más claro que el desalojo policial de Mafissa tuvo la finalidad de encubrir el lock out patronal y preparar el cierre de la planta. Todo eso con el apañamiento del gobierno "nacional y popular" que mandó la infantería para proteger al "desbastecedor" Curi, que maneja el 80% del mercado de fibras en el país.

La realidad es terminante: la empresa no ha encendido una sola máquina en tres semanas y Mafissa sigue parada. La rapidez con que se ha procesado a los 18 compañeros contrasta con la lentitud y negativa del patrón Curi a reiniciar la producción con todo tipo de excusas.

En todo este tiempo la dirección del sindicato, la AOT, ha sido una tapadera de este cierre encubierto, que está dejando en la calle a las dos terceras partes de la fábrica. Nada de lo anunciado por la burocracia se ha cumplido: ni el reingreso inmediato de 250 compañeros (sobre un plantel total que pasa los 450, entraron apenas 60 obreros y 40 técnicos), ni el pago del 75% de los días caídos (se ha pagado una suma de miseria que orilla los 300 pesos a los suspendidos), ni el reinicio de la producción porque a tres semanas de la reapertura trucha sólo se hacen tareas de limpieza.

En todo este tiempo la patronal ha actuado para sacarse de encima al activismo y a la interna. Los seis meses de paralización de la producción y el cierre continuado después del desalojo, confirman que estamos frente a un proceso de reestructuración empresaria más profunda. Si la patronal se sale con la suya, la empresa volverá a cerrar como lo hizo varias veces en el pasado en un "clásico" que incluye siempre la liquidación del stock, el despido del activismo, mayor flexibilidad laboral, contratos temporarios, salarios de hambre y jugosos subsidios del Estado, a pesar de los incumplimientos impositivos de la empresa. Curi es otro Taselli. Su continuidad al frente de Mafissa conduce al vaciamiento de la fábrica y a la pérdida de la fuente de trabajo de 450 familias.

La amenaza cada vez más firme de un cierre completo plantea una campaña de los obreros de Mafissa y de todos los trabajadores de la región para que el Estado intervenga la planta parada y la ponga a funcionar bajo control de los trabajadores. La reapertura plena bajo control de los trabajadores une a los despedidos y suspendidos. Precisamente porque el gobierno de Scioli y el Ministerio de Trabajo han dado sobradas muestras de encubrimiento, esta lucha contra el lock out permanente "de la abundancia" tiene que ser parte de una gran campaña de movilización obrera y popular denunciando la impunidad con que actúa la patronal "desabastedora" ¡Convoquemos a un gran acto por la gestión obrera en Mafissa!

El Partido Obrero plantea: sobreseimiento de todos los compañeros procesados, pago de los días caídos, reincorporación de todos los compañeros, que el Estado intervenga a Mafissa para ponerla a producir inmediatamente bajo control y gestión obrera.

Daniel Rapanelli