Antes de cumplirse los plazos impuestos por la justicia electoral, el Partido Obrero de Salta obtuvo el piso de afiliaciones que exige la nueva ley de partidos políticos sancionada a fines del año pasado para intentar proscribir a los partidos que defienden los intereses populares.

En poco más de 60 días, los militantes, dirigentes, legisladores y simpatizantes del PO lograron afiliar a más de 2.500 salteños. Esto se concretó en actividades públicas en las calles céntricas y recorriendo los barrios de distintos municipios de la provincia, explicando y debatiendo con claridad sobre la necesidad de defender la existencia de un partido de trabajadores.

La superación de este escollo proscriptivo, impuesto por el gobierno nacional y su oposición patronal (UCR), es una verdadera y fundamental conquista política, ya que frente a un gobierno que llegó prometiendo un cambio y que ha demostrado que se propone continuar con los negociados del romerismo –en base de ajustes y tarifazos contra el pueblo y a fuerza de represión, la existencia de una alternativa política de los trabajadores y el pueblo ayudará a reforzar todas las luchas obreras y a la lucha por una verdadera transformación social en la provincia.

La respuesta de la población ha estado a la altura de las circunstancias, ya que en medio de una brutal crisis capitalista mundial, ha defendido la existencia de un partido de trabajadores y ratificado su actuación dentro y fuera del parlamento salteño.