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8/5/2008|1036

El 1° de Mayo en la Plaza de Mayo potencia a quienes no regalamos conquistas

El centro del poder en Argentina está situado geográficamente en la Plaza de Mayo. Este ha sido y es escenario privilegiado de las grandes disputas sociales que parten de hace mas de dos siglos, pasando por el 17 de Octubre, junios del ’55, marzo y diciembres del ’82, el Argentinazo. Todo eso sucedió entre la Rosada y el Cabildo. Tanto que alguno soñó inclusive en trasladarla unos cientos de kilómetros al sur para evitar chispazos semejantes.

Que el homenaje a nuestros mártires por las 8 horas continúe en ese sitio muestra que organizaciones y compañeros defendieron este histórico territorio no sólo para enfrentar la brutal pérdida del poder adquisitivo del salario (que supera el 40% en los últimos seis meses), la brecha entre ricos y pobres (que es mayor que en el "neoliberalismo menemista"), las tercerizaciones y flexibilidad (que están a la orden del día), la represión a los conflictos obreros (que es brutal), el gatillo facil a doquier, y el abandono del hospital y la escuela publica hoy generalizado, sino también, para proponer una salida real y abarcativa, una alternativa obrera, socialista e internacional.

Por deseo, intención, representatividad, organización, masividad, actitud unitaria, el acto del 1° de Mayo en la Plaza de Mayo potencia a quienes no regalamos conquistas sindicales y políticas sino que luchamos por conservarlas y acrecentarlas.

Leonardo Perelstein (congresal del Suteba San Isidro)