Partido

12/11/2018

El Chaco, un obrero revolucionario

El lunes 12 de Noviembre falleció, tras luchar contra un agravamiento de su salud producto de una enfermedad, Antonio Ramírez. Así se llamaba nuestro compañero conocido como “Chaco”.


Compañero de la regional San Martín – Tres de Febrero, Chaco fue parte de un proceso común de lucha y organización en los albores del Argentinazo que concluyó en su incorporación al Partido Obrero. Parte de esa lucha fue su candidatura para el Frente PO-MAS en 2001, desde dónde hizo campaña con una carta abierta a sus vecinos agitando la consigna de “Fuera De la Rua”. Había comenzado su vida sindical luchando contra la burocracia de la UOM dirigida por Hugo Curto, desde su origen como activista obrero de Sevel (hoy Peugeot Citroen).



Al Chaco su propia incorporación al Partido Obrero lo pinta de cuerpo entero. Nunca se le llegó a proponer que se incorporara como militante. Vio él la herramienta que necesitaba como obrero consciente y se hizo un lugar de inmediato en la lucha revolucionaria. Tuvo siempre la sensibilidad para ver los problemas de los oprimidos de su barrio Podestá, interviniendo “de oficio” sin pedir permiso contra los atropellos de la policía de gatillo fácil, la vivienda y todo agravio a los más oprimidos. Desde allí fue constructor del Polo Obrero en sus inicios. Pero también entre los trabajadores telefónicos. O dónde hiciera falta. Chaco siempre dispuesto.


Como militante, tal vez la mejor forma de definirlo era con el apodo de “Masche Chaco” que alguna vez utilizaron algunos compañeros: Chaco era un todo terrero dispuesto a luchar en el frente que el partido necesitará con entera responsabilidad y dedicación y sin ceder ante ninguna adversidad, incluidas las que sufrió personalmente. Su forma de militar le conllevó siempre un respeto ganado por propios y ajenos: en el último tiempo era claramente el compañero de medios del Partido Obrero para periodistas locales e incluso provinciales.


El Chaco era literalmente un obrero revolucionario: había llegado a la profunda conclusión de organizar políticamente a su clase a partir de su propia experiencia como trabajador. Ello lo llevaba a esforzarse siempre por mejorar sus herramientas políticas y superarse en forma constante, destacándose su preocupación permanente por el abordaje internacional de los problemas políticos. Tenía comprensión profunda de la importancia del periódico, siendo un férreo impulsor del pasaje y la participación en piqueteo y agitaciones.


Era, por sobre todo, un compañerazo: solidario, alegre y de una enorme sensibilidad. Hincha de Boca, le gustaban el rock y el heavy metal y, por sobre todo, compartir asados con sus amigos.


El Chaco sufrió en vida el crimen social del capitalismo para la salud pública. La burocracia de la UOM ha dado una respuesta miserable a uno de sus afiliados en sus últimos días y ahora dándole la espalda en su velatorio. Los miles de volantes contra esa burocracia que el Chaco ha repartido en decenas de fábricas serán parte de la venganza que la clase obrera tomará contra ella.



Se fue uno de los mejores constructores del Partido Obrero, con quien tuvimos el orgullo de militar, un imprescindible, uno de los que no se sienta nunca a descansar.


Hasta la victoria siempre, Chaco querido.