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21/12/2006|977

El secuestro de Ianone

TODO HUELE A PODRIDO

La familia de Hernán Ianone, secuestrado y luego liberado tras el pago de un rescate de 300 mil pesos, es muy conocida en José C. Paz por sus negocios y negociados con el Municipio conducido por el kirchnerista Mario Ishii. La maderera de los Ianone le vendió insumos a la comuna entre mayo y octubre de 2005 por 134 mil pesos, pero entre febrero y septiembre de 2006 cobró 1.580.000 pesos. El dinero “habría provenido de fondos federales aportados para la construcción de casas del Plan Federal de Viviendas, que maneja el ministro Julio De Vido” (La Nación, 15/12).

No hace falta avanzar más para extraer una primera deducción: los planes de vivienda son y serán un negociado, mientras las asambleas populares no elaboren, zona por zona, un verdadero y racional plan de construcciones bajo su propio control y el de los obreros que lo ejecutarán. Entretanto, el ‘pobrerío’ seguirá a la intemperie y ellos con los bolsillos cada vez más abultados.

Más madera blanca

Los Ianone tienen una maderera, igual que el ex diputado Aparicio en Salta. Una de las versiones que maneja el juzgado es que esa empresa sirve de pantalla a una organización dedicada al tráfico de drogas. “El fiscal recibió los datos, pero dijo no tener nada que confirmara esa sospecha. Fuentes del gobierno provincial, en cambio, señalaron que no es tan alocada esa hipótesis” (ídem anterior).

Por lo menos, los camiones de la familia Ianone van a Misiones y regresan cargados con madera, pero nadie controla qué llega dentro de los listones. “En los mentideros políticos de José C. Paz se alimenta esa versión que habla de camiones cargados de droga y madera que cruzan el país desde la Mesopotamia hasta el conurbano” (ídem anterior).

Pero, con droga o sin ella, nadie sabe si la mercadería pagada por el Municipio a los Ianone efectivamente se entregó, si hubo “retornos” o si se produjo fraude, todo lo cual es ahora motivo de una dudosa investigación judicial. Por otra parte, que “fuentes del gobierno provincial” alimenten la versión de las drogas no tiene nada de raro, habida cuenta la pelea de perros que se ha desatado entre Solá y la Casa Rosada y si se considera que el intendente Ishii es “leal” al Presidente, no al gobernador. La interna del PJ, su descomposición y disgregación, parece omnipresente y hace ver su pudrición en todas las cosas.

En definitiva, “las particularidades del caso hacen sospechar a los investigadores que el secuestro no transitó por los caminos habituales” (ídem anterior). En otras palabras: esas particularidades sugieren que el chico Ianone no fue un secuestrado común sino un rehén.

Con toda su gravedad, la cuestión del narcotráfico tiene en este caso una importancia secundaria. El problema político central es éste: la pudrición del régimen comienza en el barrio, en la cuadra de casa, en la Comisaría de la zona, en el municipio. Por ahí debemos empezar: recuperar la calle, tomar en manos propias el poder de policía, organizar asambleas populares, reconquistar los municipios y transformarlos en cabildos abiertos. De lo contrario, la podredumbre nos tapa.

Alejandro Guerrero