Partido

5/12/2013|1296

Eloy Pereyra

Falleció, a los 67 años, el abogado y militante chaqueño Eloy Pereyra, que dedicó su vida a batallar por la clase trabajadora y por el socialismo. Como abogado, siempre actuó al servicio del pueblo y de causas justas, incluso no le cobraba a sus clientes y por eso tuvo problemas con la Afip, que intentó hasta sacarle el título. Siempre decía, "no se engañen conmigo: soy abogado, pero ando en colectivo". Comenzó a militar en el Partido Comunista, actuando en la década del '60 en el campesinado chaqueño, en la época de las ligas agrarias, cuando tenía aproximadamente 18 ó 19 años. Desarrolló esa lucha en Sáenz Peña, donde se radicó muchos años. Luego, fue obrero mecánico. Su vida siempre estuvo vinculada con la militancia, y dedicó gran parte de ella a la organización de la juventud. Hasta sus últimos días, trabajó como docente en la secundaria Nº 60.


Durante la dictadura estuvo preso y fue incluso torturado, pero salió de la cárcel muy fuerte. Formaba parte de un grupo en el PC que no compartía la línea oficial, de colaboración con los llamados (por ellos) "militares democráticos". La dirección del PC lo citaba a Buenos Aires para encuadrarlo políticamente. Posteriormente, lo pasaron de la Juventud al Partido Comunista, en una tentativa de reforzar el control sobre su militancia. Siempre rechazó el cobro de la indemnización que le ofrecían por haber estado secuestrado.


Durante la década del '90, fue expulsado del PC por sus diferencias con la dirección. Rechazaba los manejos burocráticos del Partido Comunista, en especial al interior de la CTA. En una gran inundación antes de 2000, se puso a la cabeza de la organización del Movimiento General San Martín, en Barranqueras, que consiguió obtener un resarcimiento para los inundados. Allí nació la primera gran organización del movimiento piquetero de la provincia, que protagonizó luego el "Rancho de la Dignidad" contra la gestión de Ángel Rozas (gobernador radical 1995-2003), en reclamo de trabajo, vivienda y todos los reclamos populares insatisfechos. Con ese movimiento, se organizaron cortes y movilizaciones de hasta 5.000 compañeros. Era la época de los acuerdos por el pacto fiscal entre Rozas y Menem, luego De la Rúa. Apreciaba, y vivió por experiencia propia, el hecho de que al frente del movimiento piquetero había una vanguardia obrera, de gran capacidad intelectual, que había quedado fuera de las fábricas, por los cierres y despidos de la década del '90.


Ya en esa época, Eloy era un asiduo lector de Prensa Obrera. Y le había llamado la atención un artículo sobre los "tigres asiáticos" donde se planteaba que estos países iban a una crisis producto de las propias contradicciones del capitalismo. Un día, en la casa de Aldo García (último candidato a senador por el Partido Obrero) sorprendió diciendo: "Nosotros ya pertenecemos al Partido Obrero". Después, yo declaré en el diario Norte que junto a Eloy Pereira y otros compañeros nos sumábamos al Partido Obrero. Desde entonces, ya no tuvo vuelta atrás. Eloy dio todas estas luchas junto a su compañera, Graciela Narváez, militante, obrera textil y luego dirigente del movimiento piquetero de la provincia, que lo acompañó hasta los últimos días de su vida.


Durante años fue un baluarte de la izquierda en la provincia, defendiendo una formación teórica y política marxista y socialista para las nuevas generaciones. Defendía con uñas y dientes la construcción de un partido político que representara a los trabajadores y los explotados. En la última campaña electoral del Partido Obrero, ya sufriendo por su enfermedad, tuvo un rol central en la organización en Barranqueras, donde puso en funcionamiento, junto con antiguos compañeros, casas electorales, encabezó actos y recorridas y organizó tenazmente la fiscalización, para cuidar cada voto. Lamentaba que nos hubieran faltado sólo 4.000 para entrar en la Cámara, pero valoró enormemente el desarrollo de la izquierda.


Hoy nos dijo adiós un enorme luchador obrero y socialista de la provincia del Chaco.