En un momento de la intervención, Altamira destacó la pertenencia de Fischer y Bufano a la generación obrera que desafió a la burocracia sindical y libró, a la vez, batallas cruciales por la independencia política de los trabajadores.

Altamira relató que Jorge y Miguel Angel, miembros de la Comisión Interna de la fábrica Miluz, enfrentaron un particular desafío en las vísperas del 12 de junio de 1974, cuando Perón llamó a su última convocatoria en vida a Plaza de Mayo, para respaldar un ‘pacto social' basado en el congelamiento de los salarios. La comisión interna de la fábrica convocó, entonces, a instancias de nuestros compañeros, a una asamblea para decidir la conducta a seguir. La posición de no asistir a la convocatoria del gobierno peronista y de la burocracia sindical, explicada por los compañeros, ganó en siete de las ocho secciones de la fábrica.

Altamira relacionó ese episodio con el asesinato de los dos compañeros, en diciembre de ese mismo año, y reafirmó una conclusión política: el gran objetivo del golpe videliano -que los zarpazos de las Tres A anticiparon- fue la destrucción de la generación obrera que emergió con el Cordobazo, que recuperaba los sindicatos y que, potencialmente, luchaba por una dirección política de la clase obrera. "La nueva generación que hoy conquista sindicatos y comisiones internas, concluyó Altamira, recoge aquel hilo conductor. La actual irrupción clasista es ‘un nuevo comienzo'".