Partido

20/5/2018

“Gracias Colo por tanto”

El recuerdo de un piquetero de Berazategui.

No podré dormir, si no digo lo que siempre pensé y admiré del entrañable Colo Rath.

Con una elegancia impecable, un humor encantador, una firmeza cortante, y una tenacidad que te invitaba a estudiar, a militar, organizar por escrito cada paso a seguir. Un pedagogo, práctico e intelectual, que formó a cientos de cuadros.


Pocos saben hoy, que fue el Colo, quien unificó la segunda ANT, ya casi quebrada. Pasó a cuarto intermedio, yo pude ser un testigo privilegiado de cómo él impuso con la firmeza y convicción la personalidad de un cuadro revolucionario, el peso de un programa de independencia de clase, como salida a la crisis. No tan solo que unificó a todos los referentes de cada organización, los dejó chiquitos.


Esa ANT salió con un programa superior a la primera, lejos. O sea que el glorioso movimiento piquetero dio sus primeros pasos de organización nacional y programático gracias a las intervenciones del Colo Rath.


Para no ser tan coloquial, el Polo Obrero tuvo en Berazategui, si tomamos como medida la cantidad de habitantes por distrito o localidad, la responsabilidad de ser la organización más grande de todo el conurbano (hablando del Polo Obrero). Todos los delegados de cada barrio conocían al Colo Rath. En ese momento, él estaba en la lucha por dejar de fumar. Y mientras hablaba, iba mangueando cigarrillos a los compañeros/as. Con una finura.


Él, como miembro del CEN, venía a casi a todas las reuniones de comité local de Partido, y los delegados del Polo Obrero (60, 70 delegados en reuniones semanales).


Una anécdota, que me sirvió para mi formación, entre infinitas de parte suya. Y es lo que jamás podemos perder, sobre todo para las camadas nuevas.


Tuvimos una crisis en un barrio. De la dirección nos comunican que vendría el Colo Rath. Vamos con Miguel Vittone a esperarlo a la estación. En esa época, nada de coches o remises. Tren y colectivos.


Estos compañeros escribieron una denuncia contra la dirección de Berazategui, la cual contestamos por escrito. Él sería el miembro de la dirección que venía a presenciar personalmente, la asamblea barrial, y escuchar tales denuncias, de la boca de los denunciantes, en nuestra presencia.


Bajó del tren y sin ninguna sonrisa nos saludo a ambos. Sus primeras palabras fueron: 

Colo – "¿Hicieron copias de las denuncias, de estos compañeros, y de la contestación de la dirección de Berazategui?".  Con Vittone nos miramos y le dijimos "sí".


Colo- Cuántas?  Nosotros- 10. 


Colo- No vamos a la Asamblea hasta que tengamos una copia de la denuncia, y otra de la contestación, para cada compañero. (Era una asamblea de casi 100 compañeros).


Fuimos con él a una imprenta y sacamos fotocopias como nos indicó. Ya que él estaba pegado a nosotros, verificando que se lleve adelante un método de control y democracia obrera, que no era otra cosa que un método de formación de cuadros.


Llegamos al barrio y a la Asamblea. Sus palabras antes de entrar:


Colo- Ustedes se callan la boca, ni una palabra, hasta que ellos puedan leer cada copia, y se la reparten uno por uno. Hablan ellos, los escuchan hasta el último. Después digan lo que tengan que decir.


O sea, las denuncias eran una falacia, pero cada compañero tenía derecho a saber qué se discutirá en esa asamblea. ¡Lo contrario a los métodos de camarillas! Es el método de democracia y control obrero. Todos los internos de la organización, en este caso el Polo Obrero. Tienen derecho a conocer las diferentes posiciones!!!


Conclusión: después de todos los reclamos, tomé la palabra y fue votada por unanimidad. Las denuncias cayeron por no tener más peso que una rosca del responsable del barrio que terminó descompuesto, como puntero común y corriente.


El Colo Rath desarrolló los pasos a seguir, correspondientes a la situación política.


Después me tocó militar con él como responsable, en una etapa que fui parte de la dirección de provincia de Buenos Aires, y en libertades democráticas, ya en el 2005 centralizaba directamente con él, hasta mi elección en el comité de Quilmes.


No por nada fue el amigo de Goyo Flores, y el orador al cierre de nuestra columna, el 20 de diciembre del 2001.


Una de las últimas veces que habló con Isabel, mi compañera, le pidió que le cuidara las plantas. Ella desconocía su enfermedad. Él amaba las plantas.


Estimado compañero Colo Rath, este fin de semana por segunda vez en mi vida, plantaré una planta en tu nombre, la cuidaré, me preocuparé por ella, como lo harías vos. Cada día le diré: cómo andás piba!!!


Gracias por tanto Colo!!!


Berazategui 17/5/2018 00:17 AM