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24/4/2008|1034

GRAN ROSARIO Y SAN LORENZO | Los aceiteros rompieron el techo de las paritarias

Las exportadoras que operan en los puertos de la zona del Gran Rosario tuvieron en 2007 ganancias por más de mil millones de dólares. Pero su "costo laboral" apenas supera los 50 millones, es decir: un cinco por ciento de esas fabulosas ganancias.

Los trabajadores aceiteros son más conscientes que nadie de las ganancias de las terminales cerealeras y vivieron el boicot agrario con una enorme desconfianza. Las negociaciones paritarias se habían empantanado en medio del lock-out rural, puesto que la oferta inicial de reajuste salarial que proponía la cámara que agrupa a las multinacionales exportadoras no había conformado a los trabajadores.

La interrupción de las discusiones salariales durante el "lock-out" agrario sólo avivó la bronca. Esto derivó en un paro de 48 horas de los aceiteros el lunes 15. Fue acompañado por un gran piquete que obstaculizó la entrada de 12.000 camiones. Ante esto, rápidamente apareció la plata.

El arreglo establece un aumento de 900 pesos, sobre el sueldo básico de 1.800, de un empleado aceitero; el pago por única vez y en una sola cuota de 2.000 pesos no remunerativos, más un aumento de 300 pesos en el presentismo (que hasta ahora estaba en 100 pesos). El acuerdo constituye, en bruto, una mejora del 44% para la escala más baja y del 30% en las más altas.
Quedaron como discusiones pendientes el pago del 2% de la antigüedad y el del 20% por turnos rotativos (hasta el día de hoy es del 10%) y el pago del 10 por ciento por título. Estas patronales pueden abonar sin problema alguno estos adicionales.

La dirección del sindicato aceitero, sin embargo, ha sido permisiva con la enorme proporción de trabajo en negro que mantienen las aceiteras; los contratados tienen salarios muy inferiores. Pero la tendencia a luchar por los contratados no se frena. Los trabajadores de la planta de Dreyfus, en General Lagos, protagonizaron el sábado pasado una huelga estratégica, fundamental, para los miles de contratados de los cordones de San Lorenzo, Villa Constitución y el gran Rosario: gracias a la lucha, 120 empleados de carga y descarga fueron reconocidos por la firma como empleados aceiteros. Pasaron de ganar 1.100 pesos mensuales a 1.550 pesos, sin tener en cuenta el incremento salarial todavía en discusión.

Las dos medidas de fuerza terminaron con un triunfo de los trabajadores. El triunfo de los aceiteros de San Lorenzo y el de los de Lagos abre camino a que también el sindicato aceitero de Rosario establezca mejoras salariales de ese nivel con Cargill, Dreyfus y Molinos Río de la Plata, y para terminar con los contratos basura en todos los cordones industriales.

Juan Ferro