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21/12/2006|977

GUALEGUAYCHU | Los asambleístas ‘exasperan’ a los ‘progresistas’

Tabaré Vázquez se ha mostrado tan enérgico defensor de las inversiones extranjeras como enemigo de la movilización popular. El gobierno del Frente Amplio llevó hasta La Haya su exigencia de que Kirchner reprima a los entrerrianos. Sin embargo, Tabaré tuvo que regresar los soldados a los cuarteles ante de ir a La Haya.

Los asambleístas siguen fuertes. “Gualeguaychú endureció sus decisiones, y decidió sostener el bloqueo de la ruta internacional 136 entre esa ciudad y Fray Bentos no ya por tiempo indefinido, sino hasta que la industria de Botnia sea ‘desmantelada o relocalizada’” (La Nación, 17/12). Colón extendió una semana más los cortes. Sólo el puente de Concordia está abierto y custodiado por una patota del PJ de Busti, que impidió un acto del MTL y sectores kirchneristas en el puente.

El gobierno dice que no apelará a la fuerza sino a la persuasión. Y la persuasión viene de la mano de un operativo de la centroizquierda, Partido Comunista incluido, que intenta sustituir el firme “No a las papeleras” de Gualeguaychú por “Que los gobiernos negocien”. Así deben entenderse los prolijos actos celebrados en las dos orillas del “solidario” Juan Carr, Estela de Carlotto, Víctor Hugo Morales y otros notables argentinos y uruguayos que presentaron a ambos gobiernos una carta llamando al diálogo, con 500 firmas (Clarín, La Nación, 15/12). Aunque reconocieron que las papeleras “son peligrosas”, no se oponen a su construcción; el reclamo de que los gobiernos “se pongan los pantalones” fue muy bien explicado por Juan Tenuta, quien dijo que “los cortes de ruta son terribles. Yo no me imagino que Holanda le corte un puente a Alemania y toda la Unión Europea lo tolere”. Los asambleístas exasperan al progresismo mucho más que Botnia y Ence.

Otro caballo de Troya del gobierno es el Partido Comunista que, súbitamente preocupado por la instalación de las pasteras, organizó como MTL una caravana en Concordia “junto con referentes de la FAA, CTA, FTV e independientes”. El programa del MTL consta de tres puntos: “a) Instar al diálogo efectivo entre los gobiernos de la Argentina y el Uruguay, con el objetivo de lograr una salida decorosa y satisfactoria para ambos países, teniendo en cuenta la opinión de la Asamblea Ciudadana Ambiental de la ciudad de Gualeguaychú, priorizando una vida sin contaminación; b) Denunciar la política arbitraria de la empresa Ence con la pretensión de instalarse a la vera del río Uruguay, tanto en Fray Bentos, como los intentos hacia Paysandú, y aguas arriba del lago de Salto Grande; c) Repudiar la militarización del conflicto por parte del gobierno uruguayo”. El MTL, como se ve, se ha atrevido a enmendarles la plana a los vecinos de Gualeguaychú con un libreto ajustado a los planteos del gobierno.

Ence anunció su traslado a Colonia del bracete de Alberto Fernández, que no ahorró elogios a la pastera española y a su rey. También afirmó que Ence no contaminará, a pesar de que la empresa anunció que duplicará la producción prevista (un millón de toneladas), lo que significa que duplicará también la contaminación, ahora en el Río de la Plata. Los negocios de Ence y el gobierno argentino ya son públicos: la pastera prometió importar el 50% de la madera de la Mesopotamia y la revista Newsweek informa que la criticada chimenea de Botnia (esa que Kirchner dijo que producía contaminación visual) también es de industria nacional.

Olga Cristóbal