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15/5/2008|1037

Hay otra pelea de fondo en el paro petrolero

Pasados doce días de paro, la paralización de la actividad, desde Las Heras hasta el embarque de crudo a los barcos en Termap, es total. La situación no parece tener solución a la vista.

El paro es garantizado por una burocracia ultra desprestigiada entre los petroleros, con el apoyo cerrado del poder político detrás del "Chaco" Segovia, y con la casi totalidad de los trabajadores petroleros más de vacaciones que en un plan de lucha.

Esquenazi, el campo y las retenciones

La postura de la ahora "argentinizada" Repsol-YPF es de una "dureza bastante llamativa", según el ministro de Gobierno, Neyro, ya que, recordó, "este tipo de conflictos se han resuelto mucho más simple y rápidamente en otros momentos" (La Prensa de Santa Cruz, 7/5) ¿A qué se refiere? A los paros anunciados por Segovia un lunes a las 10 de la mañana y levantados a las dos de la tarde del mismo día, con "aumentos" ya arreglados de antemano. Ahora, el paro es por un adicional de 350 pesos firmado con la operadora que no se le pagó a sólo 100 petroleros. Viendo la relación entre las causas y la "combatividad" de la conducción del sindicato, se nota el olorcito de que lo que se está cocinando es otra cosa.

El gobernador Peralta ha hecho públicas las verdaderas razones del enfrentamiento con Repsol. Habló de una "huelga de inversiones" y de una falta de preocupación empresaria por el impacto ambiental. En una solicitada, todos los intendentes de la zona norte suscribieron esa preocupación. Le reclaman la presentación del plan de inversiones para este año, y le achacan la "preocupante puesta en duda de las fuentes laborales" por la paralización de los equipos de perforación, terminación y pulling. Esta actitud de Repsol no sería exclusiva en Santa Cruz, puesto que el mismo Segovia indica que en Neuquén se bajaron 23 equipos a las contratistas (Pride, Quintana).

Neyro indica otra razón de peso: "el gobierno provincial simplemente expresa una profunda preocupación por lo que está pasando, por cuanto se está poniendo en juego la rentabilidad que tiene la provincia en materia de regalías" (ídem).

Esta pelea de fondo entre las operadoras y el poder político K se enmarca en un cuadro general. Las empresas petroleras empiezan a esbozar públicamente sus diferencias con las retenciones que pagan y los gastos en ayudas sociales, que heredaron de la gestión española por acuerdos con los municipios y la provincia (subsidios directos, salarios de los trabajadores de Empasa, Olivia y la propia Oil M&S). Entre los nuevos aliados de Repsol en esta pelea por la baja de las retenciones se encuentra el superministro de Das Neves, Norberto Yahuar, que pone en duda la capacidad de cumplimiento de las pautas de inversión en su provincia por el manotazo de De Vido al precio de referencia del barril para calcular las retenciones, que no se coparticipan.

En este cuadro se acercan las elecciones del sindicato petrolero. Una conducción sin muchos amigos en el oficialismo, pasó sin embargo al apoyo explícito al gobierno por representar un "reclamo genuino".

El carácter del paro

Por todo lo anterior, el paro implica un intento desesperado de reposicionamiento de la actual conducción sindical y una pelea de fondo entre el gobierno y la principal operadora de la provincia. Hasta hace poco, Repsol-YPF era la bandera de la política K de "reconstrucción de la burguesía nacional" con su "argentinización" de la mano de los Esquenazi.

No hay ninguna asamblea, deliberación o corte de rutas sostenido por las bases. Las ocupaciones de plantas son llevadas a cabo por el pequeño aparato que controla Segovia. La totalidad de las listas opositoras priorizan la elección del 14 de mayo antes que desarrollar un paro en serio. Los petroleros están en sus casas y muchos se han ido a sus provincias a ver a sus familias.

Solamente la Agrupación Marrón de Petroleros se ha pronunciado por superar los límites de este paro burocrático y sumarle todos los reclamos pendientes de los trabajadores petroleros: la jubilación del 82% móvil, la insalubridad y las seis horas sin afectar el salario, y un aumento en serio.

Llamamos a los delegados combativos, a las listas opositoras y a los trabajadores petroleros a darle a este paro un verdadero carácter de lucha, que garantice nuestros reclamos.

Juan M. Brignolo (Yetti)