El viernes, los abogados realizarán los alegatos en el juicio oral que se le sigue al oficial subinspector Cristian Solana, del Comando de Patrullas de Hurlingham, acusado de homicidio simple por el asesinato de Rodrigo Corzo. La Policía de Hurlingham lo exoneró recién 11 meses después del hecho, ocurrido el 28 de junio de 2003. Ariel Núñez, el oficial que manejaba el móvil policial desde el que dispararon, sigue trabajando.

 

Rodrigo Corzo fue parte de las más de 600 personas asesinadas bajo el gobierno de Néstor Kirchner, de acuerdo a los datos de Correpi, por la acción de la policía del "gatillo fácil". Joven, laburante, estudiante y parte de la murga Chinaka, que hoy integra un reagrupamiento de murgas contra la impunidad que se formó después de la masacre de Cromañón.

 

Solana está acusado por la familia Corzo no sólo de asesinato, sino también de haber intentado armar un supuesto enfrentamiento que rápidamente pudo ser desbaratado.

 

El comisario a cargo del asesino Solana lo describió como "un formador de formadores" de la "llamada Bonaerense 2" de Arslanián.

 

Perpetua para Solana, cárcel y perpetua para Núñez. ¡Solá, Acuña y Arslanián, al banquillo de los acusados!