Partido

29/5/2014|1316

Julio Banfi

PERGAMINO

Julio Banfi


Julio Banfi

Ser revolucionario de pibe. Proletarizarse, fundirse con los obreros y obreras de Swift en Rosario.
Ser revolucionario en la tortura y en la detención.
Ser revolucionario de grande. Ser el fundador del Partido Obrero en Pergamino.
Ser revolucionario estando tan, tan enfermo.
Julio, sos todos nosotros.
Sos el Partido Obrero.

Nora Biaggio

El 22 de mayo, después de luchar contra un cáncer durante casi dos años, falleció Julio “el Sordo” Banfi. A finales de los años ‘60, cuando se fue a estudiar a La Plata, comienzó a tener sus primeros acercamientos al mundo de la militancia. Años más tarde, ya en Rosario, se incorporó a militar en una organización maoísta. Pero las discusiones políticas y sus diferencias con la corriente juvenil del PCR, lo llevaron a acercarse a la Ters (agrupación juvenil anterior a la UJS). Inmediatamente, se incorporó a Política Obrera y, como muchos de los compañeros de ese momento, decidió proletarizarse. Es así como entró a trabajar en el frigorífico Swift, lo que lo llevó a vivir en un barrio obrero cercano a la fábrica, donde también mantenía una militancia. A su regreso a Pergamino fundó la UJS a principios de los ’70. Durante la dictadura, permaneció desaparecido por 15 días y luego fue encarcelado por más de un año en San Nicolás.

Luchador incansable, logró refundar el Partido Obrero de Pergamino en 2010, constituyéndose en referente de la teoría y la práctica revolucionaria de numerosos jóvenes que hoy se autodenominan como “la escuelita política de Julio Banfi”. Muchos de esos jóvenes hoy militan en Rosario y Capital, y otros continúan haciéndolo en Pergamino, donde han logrado importantes triunfos en centros de estudiantes de secundarios y terciarios, instalando definitivamente a la UJS y al Partido Obrero en el ámbito de la política local.

Su coherencia y honestidad intelectual fueron destacadas por distintos sectores de la sociedad pergaminense, que hicieron públicas sus muestras de condolencia y solidaridad ante su partida.

Esa juventud que lo despidió emocionada, sus enseñanzas, su ejemplo militante y un camino por transitar en la construcción del socialismo, son su legado.

¡Querido Julio, hasta la victoria siempre!