Partido

10/4/2008|1032

La camisa negra de Luis D’Elía

Las patrañas del diario Perfil

Edi Zunino (Perfil, 31/3) ha considerado útil "recordar quiénes fueron los Camisas Negras de Benito Mussolini, un docente de escaso vuelo intelectual – como Luis Ángel D’Elía-  que llegó al tope del poder italiano no desde la derecha clásica, sino más bien desde la ultraizquierda. Porque el fascismo fue hijo del socialismo y no, como muchos creen o pretenden creer, de su polo ideológico opuesto".
D’Elía, en este caso, es una excusa; el propósito de Zunino es atacar al socialismo.

Mussolini
Zunino es, sin embargo, un embustero.
Mussolini fue dirigente del Partido Socialista Italiano hasta 1915. El Partido Socialista adoptó una posición pacifista y neutralista frente a la guerra. Zunino considera esa postura "ultraizquierdista".
En 1915, Mussolini da un giro de 180 grados. Rompe con el socialismo para defender posiciones nacionalistas, guerreristas y militaristas. Constituye una fracción minoritaria del PSI, del que es expulsado. Mussolini comienza a actuar entonces como un nacionalista, defensor de las clases dominantes, de la política colonial, del militarismo y de la guerra. Es un agente nacionalista del capital contra los explotados.
A partir de esta militancia nacionalista, chovinista, enemiga de la izquierda y de las organizaciones obreras, Mussolini fundará, más tarde, el movimiento fascista.

D’Elía
Si Zunino nos estafa sin pudor con Mussolini, también nos engaña con D’Elía, que nunca tuvo nada que ver con el socialismo.
D’Elía comenzó su carrera de puntero en la Democracia Cristiana. En 1989 hizo campaña por Menem y poco después defendió públicamente la "convertibilidad" de Cavallo. Impulsó la reelección del intendente menemista Héctor Cozzi en La Matanza (él y el cura Grassi se asociaban para llevarle gente a los actos) y, en esa época, manejó excelentes negocios con la adjudicación de tierras del plan Prosol en ese distrito.
Después desembarcó en el Frepaso, donde acompañó las campañas de Carlos "Chacho" Álvarez y Graciela Fernández Meijide. Por entonces se hizo elegir concejal de La Matanza, fue oficialista con la Alianza y se arrimó al radicalismo para respaldar a la derechista Elsa "Pinky" Satragno. Derrotados Álvarez, Fernández Meijide y Satragno, D’Elía buscó refugio debajo del ala fugaz del cura Farinello.
La condición patotera de D’Elía no empezó con los caceroleros en la Plaza de Mayo. En 2001, cuando se rompió la lista docente que había recuperado el sindicato de La Matanza de manos de la Celeste y los amigos de D’Elía fueron separados de la directiva, el hoy piquetrucho mandó sus bandoleros a apalear maestros que querían incorporarse al corte de la ruta 8.

Alejandro Guerrero