Partido

3/5/2018|1500

La lucha contra la dictadura y la demagogia democratizante

La primera edición de Prensa Obrera (14/12/82) salió a 48 horas de una manifestación convocada por la Multipartidaria. Ese “pentágono burgués”, como lo define aquel primer número (integrado por la UCR, el PJ, el Partido Intransigente, el Partido Demócrata Cristiano y el Movimiento de Integración y Desarrollo), había convocado esa primera marcha a regañadientes, al cabo de casi dos años de existencia. La función política de la Multipartidaria era impedir la intervención de las masas frente a la descomposición de la dictadura.


Dicha descomposición había alumbrado un período de luchas. “Entre 1980 y 1981, los conflictos obreros se multiplicaron por tres en relación con los primeros años de la dictadura. La desocupación y subocupación habían pasado de un 9,2 a un 12,7 por ciento y el salario real había descendido un 40 por ciento respecto de 1974” (PO N° 1.214). El 7 de noviembre de 1981, una regimentada movilización a San Cayetano de la CGT por “pan, paz y trabajo” se transforma en un episodio clave de la resistencia de masas a la dictadura, con obreros y estudiantes clamando por la caídadel régimen y por los desaparecidos. En marzo de 1982, 50 mil obreros protagonizaron la mayor movilización contra el régimen. El 6 de diciembre de ese año se produce un paro general masivo.


Prensa Obrera, heredera de Política Obrera, intervino ante la manifestación del 16 con la consigna “Fuera la dictadura ya” y ejerció una fuerte crítica al colaboracionismo de la Multipartidaria. “Cuando un país entero va a la huelga y gana las calles, no se está limitando a pedir rectificaciones de rumbo (…) lo que está diciendo es que quiere la liquidación del régimen imperante” (PO N° 1, 14/12/82).


Unos meses más tarde, Prensa Obrera batallaría contra la demagogia democratizante de Alfonsín. Advertía que el nuevo gobierno era “el fruto de un compromiso con la dictadura” y que “las bases sociales y los aparatos políticos de ésta no serán desmantelados. El borrón y cuenta nueva no caracteriza a un gobierno democrático” (PO N° 40, 24/11/1983).

La justeza de esa caracterización se revelaría rápidamente.