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22/9/2005|918

LA LUCHA DOCENTE EN CATAMARCA | Una "mejora" que empeora

OTRO ATAQUE AL ESTATUTO Y A LA CARRERA DOCENTE

Apurados por levantar la huelga docente, que venía siendo cada vez más masiva, el gobierno de la provincia y el gremio Ateca acordaron casi la duplicación del valor del punto índice, que determina el monto salarial, llevándolo de 1,30 a 2,50 pesos para los cargos de maestro de grado (cargo testigo) y especiales de jornada simple. Aunque la huelga se levantó rápidamente, al conocerse los detalles que incumben al resto de la docencia, comenzó a producirse una agitación que plantea reiniciar el conflicto, llevándose puesta, de paso, a la dirigencia que aceptó el arreglo.

Efectivamente, el acuerdo otorga aumentos diferenciados que significan la inversión de la pirámide salarial: para los maestros de grado y especiales de jornada completa, y para los secretarios, vicedirectores y directores de toda modalidad, el punto índice se llevó de 1,30 a 1,40 pesos, con un plus remunerativo no bonificable de 250 pesos.

De esta manera el cargo de maestro de jornada simple (cuya carga es de 4 horas 20’) pasó a tener un sueldo básico de alrededor de 450 pesos, en tanto el de maestro de jornada completa (con una carga de 8 horas) pasó a un básico de 385 pesos, más o menos como los cargos directivos.

Pero no sólo los cargos descriptos quedaron afuera del mejor arreglo: los profesores del tercer ciclo de EGB aumentaron el valor del índice de 1,30 a 1,70 pesos. Y lo mismo sucedió con los maestros de educación especial, los del nivel polimodal y superior, los maestros residuales del tercer ciclo, instructores, etc. Es decir, se consagró la destrucción completa del escalafón y de la carrera docente.

Ante esto, los afectados, más o menos dos terceras partes del sistema educativo, comenzaron un proceso de autoconvocatorias, petitorios y asambleas, que fue corriendo el arreglo hacia algunos sectores afectados. En sólo 48 horas en la Capital y desde el interior, llovieron pedidos de audiencia al ministerio, para desconocer el arreglo firmado por la dirigencia corrupta y entregadora. Sólo entre directivos y profesores de tercer ciclo de la Capital se sumaron alrededor de mil docentes al reclamo, con una consigna innegociable: 2,50 para todos.

El sábado pasado, los medios anunciaron que la mejora se hacía extensiva a toda la docencia. Falta conocer los detalles y tener en mano las liquidaciones; pero si esto no sucede se abre un nuevo período de lucha, caracterizado por la decisión de sectores crecientes de desconocer la representación gremial, de marchar a la autoconvocatoria y defender desde las bases la carrera y el estatuto del docente.

Antonio Torrente