Quiero saludar a los compañeros de Caleta y a los compañeros de Comodoro, que han construido un importante movimiento piquetero. En particular los compañeros de Caleta Olivia han protagonizado una lucha muy importante.

Me voy a detener un minuto en esta lucha, para corregir algunas cosas que nosotros mismos decimos sobre la mujer. Nosotros decimos que queremos que esta clase obrera haga la revolución, sin embargo dentro de ella el hombre oprime a la mujer. Cuando la mujer sale a la lucha rompe ese cuadro de opresión, ella hace más libre al conjunto de la clase obrera para luchar, porque una clase explotada que a su vez en su interior tambíen explota no puede salir victoriosa.

Pero no se nos debe escapar un hecho: en esta intervención extraordinaria de la mujer en el movimiento piquetero hay, sin embargo, un aspecto negativo. Una gran parte de la presencia de la mujer en el movimiento piquetero está vinculada a la asistencia social. Pero, históricamente, los hombres no van a los municipios a recoger bolsas ni a buscar comida, las que van son las mujeres, y detrás de esta gran presencia de la mujer tenemos un fenómeno negativo, no positivo, tenemos el fenómeno de la asistencia social en la tutela del Estado, que no es positivo. Entonces, nuestro enorme apoyo a la intervención de la mujer en el movimiento piquetero debe estar concientemente orientado. ¿Qué tiene que ver esto con Caleta Olivia?. En Caleta Olivia, después de un conflicto, un conjunto de piqueteros (hombres) después de haber tenido bloqueada una planta aceptó un acuerdo que no salía del molde tradicional. Las mujeres, en desacuerdo con eso, ocuparon las plantas con el reclamo de que no quieren bolsas, no quieren asistencia, no quieren ayuda, sino que lo que quieren es trabajo, en Repsol-YPF. La consigna histórica y más avanzada del movimiento obrero la esgrimieron las mujeres, mientras los hombres actuaron como las man

zaneras al aceptar en una primera instancia el acuerdo asistencial con la patronal.

En estas mujeres de Caleta Olivia está el ejemplo de la mujer obrera y revolucionaria por la que lucha el Partido Obrero.