El jueves 10 de noviembre, a las 22 horas aproximadamente, se levantó la toma de Atento —en Barracas. Más de 70 trabajadores de Atento salieron del edificio para estrecharse en un fuerte abrazo con sus compañeros al grito de “Barracas tienen huevos” y “esta lucha la ganamos compañeros”. Una enorme lucha desplegada por los trabajadores de Atento logró frenar y hacer retroceder a la empresa en su intento de vaciamiento y despido.

Afuera del edificio donde esperaban más de 200 trabajadores se discutía, al igual que adentro, sobre la conveniencia de levantar la toma o continuar hasta el cumplimiento de todas las reivindicaciones. El punto es que la empresa ya había desconocido una conciliación obligatoria anteriormente y usaba el método de decir que sí, pero desconocer todo para seguir golpeando y desmoralizar a los trabajadores con despidos directos o encubiertos, traslados, sanciones y aprietes de todo tipo.

La heroica toma de Atento logró revertir esta situación e impuso a la empresa el acatamiento de la conciliación obligatoria teniendo que retrotraer todas las medidas y sanciones dispuestas por la empresa de forma unilateral, incluyendo la suspensión por 12 días de todo el Cuerpo de Delegados de Martínez y el retiro y “cese de las medidas de control y de seguridad extraordinaria” dispuestas por la empresa. Esto implica el retiro de la Gendarmería, la prefectura en el caso de Barracas y de gran parte de la seguridad privada (“Protección”) del grupo Telefónica instalada en todos los edificios de Atento, que fue responsable de la agresión sufrida por una delegada de Barracas, realizada cobardemente en horas de la madrugada.

Los trabajadores que resistieron con la toma del edificio han ganado una enorme batalla al lograr el retroceso de los planes de la empresa de llevarse las campañas más importantes de Telefónica y Movistar a un nuevo centro montado en Buenos Aires o trasladando el trabajo a Córdoba, Mar del Plata o un nuevo centro que se abrirá en el Norte del país.

La toma y la enorme lucha desplegada por los compañeros de Atento no fue de casualidad; estuvo precedida por la preparacion de un Cuerpo de Delegados de Barracas y Martínez que viene funcionando en forma cohesionada ante las provocaciones de la patronal. Este Cuerpo de Delegados y activistas, que cuenta con el apoyo masivo, se plantó ante al patronal que en todo momento busco desconocer la elección de delegados y sancionar a los referentes. Contaron para enfrentar la política patronal con la organización de los trabajadores, el apoyo de bastos sectores del gremio telefónico y del Cuerpo de Delegados de Foetra, así como también de sectores combativos del movimiento obrero que también enfrentan la flexibilizacion laboral, los despidos y el intento por congelar los salarios en un piso de 600 pesos promedio. La toma de Atento, no sólo la acción desplegada en esos días, sino sobre todo el proceso previo de organización y resistencia, marca un camino para todas los trabajadores tercerizados sometidos a las peores condiciones de trabajo y salario, por debajo de la línea de pobreza.

Pablo Eibuszyc