Partido

24/4/2008|1034

Las paritarias de la UOM

Crujen los topes

La UOM comenzó estas paritarias reclamando un 30% de aumento, que elevaba el salario horario del operario de 6,04 a 8 pesos, con un salario para la primera categoría de 1.600 pesos (contra los 1.200 actuales). Un día antes de la realización de los llamados "paros por turno", la UOM ya había arreglado con cuatro de las seis cámaras empresariales; quedan las dos más fuertes para la última negociación. El gobierno actúa como "mediador" para colocar el aumento de la llamada "primera cuota" en el el techo acordado con Moyano. La dirección de la UOM reclama una cuota más en junio, junto con una suma fija de 200 pesos.

En el marco de las negociaciones se aprobó llamar a asambleas y a congresos de delegados para comenzar (en caso de no llegar a acuerdo) un plan de lucha de una hora de paro (el martes 23) y luego de 15 minutos de paro por hora (que se aplicarían en forma progresiva) y escraches-actos ante las puertas de grandes fábricas como Siderar, a partir del 24 de abril.

A medida que se vencen los plazos de la negociación, más cerca se está del arreglo que del conflicto. Los operadores del gobierno han trabajado activamente. Han premiado a Caló, el secretario general de la UOM, con un cargo en la dirección del PJ y, posiblemente, acompañe a Moyano en la conducción de la mesa "chica" de la futura CGT. Naldo Brunelli, por otra parte, ha salido a defender a Techint frente a la nacionalización de Sidor en Venezuela, y el "Barba" Gutiérrez, uno de los negociadores de la paritaria, se esfuerza por no "debilitar" al gobierno en medio de la llamada crisis del campo.

En medio de estas negociaciones, que cerrarán con un "aporte solidario" de los patrones a las cajas de la burocracia, las fábricas de la UOM son un verdadero paraíso de flexibilidad laboral. Las muertes de trabajadores en Acindar y Dema de la Matanza muestran la verdadera cara de las actuales condiciones de trabajo. Más de 20.000 metalúrgicos se desempeñan con contratos de agencia, con salarios inferiores al 20% al de convenio y sin reconocimiento de las categorías. Los procesos incipientes de sindicalización que se están operando en la mayoría de las fábricas enfrentan una negativa cada vez más cerrada de la burocracia.

La negativa a firmar lo pedido por la UOM viene de la rama más poderosa, como la siderúrgica, porque tienen fuertes adicionales de empresas y no quieren que los porcentajes se proyecten enteramente sobre el salario de bolsillo: las patronales temen una cascada de conflictos fabriles.

Los paritarios no fueron elegidos en asamblea y hasta los delegados designados en plenarios para el congreso de la UOM son (salvo excepciones) truchos, pues se ha dado mandato a la directiva para que se los designe.

Nuestra política es: por 40% de emergencia, nada de cuotas, no al achatamiento de la escala y actualización cada seis meses o cuando la inflación supere cinco puntos.

Juan Ferro