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14/12/2006|976

Los fondos de inversión de Kirchner anticipan el tarifazo

LA ENERGÍA ELÉCTRICA EN LA MIRA

En la rama eléctrica se asiste a un verdadero festival de inversiones y ventas de plantas generadoras y redes de distribución. Distintos grupos financieros intervienen en la disputa por apropiarse de los mejores activos.

Carlos Miguens Bemberg, ex presidente de Quilmes en representación del grupo Bemberg, asociado con el Banco Merrill Lynch, compró las usinas de Piedra del Aguila y Central Puerto a la francesa Total por unos 200 millones de dólares. De Vido, según Ambito Financiero (14/11), hubiera preferido que esas centrales quedaran en manos en manos de otro grupo financiero, el Fondo Dolphin de Marcelo Mindlin, afín al gobierno. Mindlin ya había ofertado comprar esas centrales en marzo.

El Dolphin, finalmente, se quedó con la usina de Loma de la Lata, que apenas quince días antes Miguens-Bemberg le había comprado a los franceses. Dolphin, que ya tiene participación en Edenor y Transener, está encarando, además, la ampliación de la central Güemes, en Salta, con una inversión de 100 millones de dólares.

El mismo Dolphin se apresta a una operación de gran envergadura: la venta en la Bolsa de Nueva York, en febrero, del 20% de las acciones de Edenor (entre las que se incluye el 10% que estaba en manos de los trabajadores). Para que las acciones de los trabajadores pudieran ser vendidas, eran necesarios dos requisitos: que el 92% de los trabajadores lo aceptaran y, además, que el Ministerio de Economía desbloqueara la garantía de las acciones. Dolphin logró ambas cosas.

La disputa no es sólo “económica”: mientras Dolphin mantiene una relación privilegiada con el kirchnerismo, Miguens-Bemberg está considerado como un opositor (habría sido, según Ambito Financiero, uno de los financistas de la última campaña electoral del López Murphy).

Por otra parte, Daniel Cameron, secretario de Energía, informó que se encuentran avanzadas las negociaciones para vender a “bancos, financieras y AFJP” (El Cronista, 25/11) la participación del Estado en el fondo fiduciario que construye las centrales eléctricas de Timbúes y Campana. El precio de venta podría alcanzar los 500 millones de dólares. Miguens-Bemberg ya se quedó con una parte, que pertenecía a los franceses de Total.

Finalmente, el fondo de inversiones inglés Ashmore (asociado con la local Desarrollo Delta) acaba de comprar a los norteamericanos de AES la distribuidora eléctrica del norte de la provincia de Buenos Aires (Eden). El fondo se especializa en la compra de la deuda en default (cesación de pagos) de empresas energéticas. Ashmore había comprado un paquete de deudas de Eden por casi 100 millones de dólares, lo que ahora le permite quedarse con la empresa. Ahora, busca repetir la operación con Emdersa (la distribuidora eléctrica de Salta, San Luis y La Rioja) y Edeersa (la de Entre Ríos), cuyas deudas compró. El propósito es revenderlas a un precio superior.

En todos los casos, se trata de fondos de inversión, bancos, financieras y AFJP. Es decir que, para los pulpos, la captura de las usinas generadoras y las redes de distribución tiene por finalidad, antes que nada, obtener una renta financiera con la reventa.

Está claro, sin embargo, que no podría haber un negocio financiero con las tarifas congeladas. Varios de los operadores fueron a la cesación de pagos con los niveles tarifarios actuales.

Lo que explica la “corrida” de los fondos financieros es que se viene el tarifazo. Las compras “muestran el convencimiento en el sector eléctrico de que es inminente el anuncio de un aumento de tarifas (…) Todas las fuentes consultadas afirman que ‘es prácticamente un hecho’ la firma por parte de Néstor Kirchner del decreto que avale el ajuste (…) El ajuste de tarifas podría ser firmado con fecha 1° de enero o, como máximo, 1° de febrero” (Clarín, 11/12).

A toda esta información le falta todavía algo: el grupo ‘más comprador’, el Dolphin, tiene una relación prebendaria con el gobierno. El tarifazo está arreglado a la previa transferencia de esos patrimonios eléctricos. Los fondos en cuestión no construyen nada; compran lo que hay para revender. Los funcionarios responsables de los aumentos de tarifas ya están vislumbrando el engorde de sus cuentas en Suiza.

Luis Oviedo