Partido

17/4/2008|1033

Los Grobo, Moyano y Cargill

Luego de 24 horas de bloqueo, el Sindicato de Camioneros levantó el piquete instalado frente a la planta de acopio de cereales de Grobocopatel Hermanos en Carlos Casares. Según el informe del sindicato, se logró el trabajo a convenio de treinta chóferes. Los trabajadores cobraban el salario básico de la actividad (1.380 pesos) y un porcentaje ligado a la tarifa que llevaba el ingreso mensual a cerca de 2.000 pesos, ahora pasarían a ganar cerca de 4.500 pesos y un retroactivo de 9.000 por los años de trabajo en condiciones irregulares.

¿Victoria, entonces?
Ocurre que existen unos 150.000 trabajadores abocados al transporte de granos y sólo una minoría está bajo convenio. En la propia empresa Grogocopatel, otros tantos choferes están al margen del convenio. En otras acopiadoras de la misma zona rige el trabajo en negro y acuerdos como los que se acaban de denunciar sin que la dirección del sindicato se haya preocupado por ello. Todo esto revela que la elección de una filial de Los Grobo forma parte de la campaña mediática.
La burocracia (y no sólo ella) tiene, sin embargo, una política frente al transporte de cargas.
Hace aproximadamente un año, el Sindicato de Camioneros envió un "borrador" a las organizaciones del agro donde se planteaba que los exportadores concentraran la contratación del servicio del transporte y su pago, que luego cargarían al productor.
"Las empresas exportadoras se ocuparían de la logística de transporte de la mercadería a través de una o más empresas por crear para esta tarea", decía ese borrador (reproducido en parte por La Nación, 4/1/07 y nunca desmentido por el Sindicato de Camioneros). La propuesta del Sindicato Camionero tenía el respaldo de la Confederación Argentina de Transporte Automotor de Cargas (Catac), es decir de la patronal del transporte de cargas enfrentada a acopiadores y cooperativas que "no pagan todo el año las tarifas que corresponden". Es decir que existía un frente único entre el Sindicato Camionero y la Catac interesado en concentrar el transporte de cargas del grano en las grandes exportadoras en función de una política por la cual "tarifas que son indicativas para el transporte de granos… sean obligatorias" (ídem, La Nación).
Meses después de estos hechos, el Sindicato Camionero concretó con Cargill (la primera entre las nueve grandes exportadoras de granos) el blanqueo de la totalidad de los 3.000 trabajadores de las 553 empresas de logística que pertenecían al grupo, un acuerdo que significó la duplicación del salario de los trabajadores del transporte y abrió las puertas a la concentración del transporte de cargas dentro del propio pulpo.
Se ha conformado un frente sindical-exportador a expensas de los capitalistas agrarios.
El transporte por ferrocarril cuesta siete veces menos que el carretero: una locomotora puede transportar cincuenta camiones; por eso Moyano y los pulpos exportadores quieren controlar este medio. Así lo revela el renovado interés de Techint por el Expreso Ferropampeano y la presencia de Moyano en el Belgrano Cargas.

Christian Rath