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24/4/2008|1034

Los Kirchner se hicieron humo

Colapso social

"Los

Fue la mayor catástrofe ecológica y ambiental de la historia de las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos. El humo provocado por la quema masiva de pastizales colapsó la vida social en el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe y Entre Ríos.

¿Quién es el responsable?
Dos calificados especialistas coinciden en denunciar que, en las dos semanas transcurridas desde el inicio de los incendios, el gobierno nacional y los de las provincias involucradas fueron incapaces de tomar una sola medida para impedir la extensión de los incendios.
El ambientalista Antonio Brailovski denuncia que "nadie respetó el Plan Nacional de Manejo de Fuego, que sostiene que los incendios hay que apagarlos apenas surgen. Los aviones hidrantes recién actuaron a los veinte días de iniciado el conflicto. Pero su accionar fue limitado (…) así los focos se volvieron inmanejables" (Clarín, 20/4).

Carlos Cheppi, titular del Inta, coincide con Brailovski. "Tengo la imagen satelital del 3 de abril cuando había tres focos (…) ¿Por qué no se los apagó? Y no tengo respuesta" (Clarín, 19/4). Continúa Cheppi: "Es probable que si los incendios iniciales se hubieran extinguido, la situación no se habría agravado tanto" (ídem).

¿Por qué no se mandó los aviones hidrantes?
Porque "el Estado no cuenta con aviones propios. El gobierno tercerizó la lucha contra el fuergo al contratar un servicio de aviones. Pero la Secretaría de Medio Ambiente no tenía previsto usarlos este mes…" (La Nación, 23/4).

Picolotti "empardó" a María Julia, quien en 1997 dejó que se quemara buena parte del bosque patagónico porque no tenía aviones para apagar los incendios.

Por su propia incapacidad de "cortar" inicialmente los incendios cuando recién empezaban y eran controlables, el gobierno es el principal responsable de la catástrofe.

La catástrofe era totalmente previsible. En Rosario, "hace años comenzaron a ser más intensos los efectos de los incendios de los pastizales (…) el humo que hoy malhumora a los porteños fue, con menor intensidad, paisaje habitual en la ciudad santafesina" (Página/12, 19/4).

Pero en cuatro años, ni el gobierno nacional ni el de la provincia de Entre Ríos fueron capaces de hacer cumplir la legislación que impide la quema de pastizales. "En las islas fiscales entrerrianas, que el gobierno provincial arrienda a terceros, está taxativamente prohibido, por la ley 9.603, el desmonte, quema o tala de todo tipo de forestación" (Clarín, 20/4). Las ONG ambientalistas denuncian que "el Estado no es riguroso en el cumplimiento de las normas" (Clarín, 20/4).

El gobierno nacional (y sus aliados provinciales) fueron cómplices de este proceso de quemas que tiene como origen la extensión de la frontera sojera… cuya exportación llena los bolsillos de los aliados del kirchnerismo (como los Grobocopatel, los Urquía y los Werthein) y que le sirve al gobierno para recaudar los fondos para pagar la deuda externa.

Las islas del Delta, donde se iniciaron los incendios, concentran cada vez más ganado. En los últimos cuatro años, como consecuencia del aumento del precio internacional de la soja, numerosas tierras destinadas en el pasado a la ganadería fueron sembradas con soja. Los animales fueron desplazados a las islas del Delta, que pasaron de albergar 15.000 cabezas a tener unas 180.000 "aunque algunos cálculos llevan ese número al doble" (Página/12, 19/4).

os pastizales se queman, a fines del invierno, para renovarlos. Este año, como consecuencia de la sequía, la quema se habría adelantado unos meses. Pero como advierte el secretario de Medio Ambiente de Santa Fe, "una cosa es quemar pastizales para 15.000 animales y otra es hacerlo para una cantidad diez veces superior" (ídem).

La anarquía propia de la producción para el beneficio capitalista ha provocado, una vez más, el colapso de la vida social e, incluso, de la propia vida natural. Como cualquier gobierno capitalista, el gobierno "nacional y popular" se ha mostrado incapaz de enfrentar la catástrofe provocada por el régimen social que está empeñado en defender.

Luis Oviedo