Partido

9/11/2006|971

Los "pique-patoteros" de Romero y las petroleras

EL PAPEL DEL MIJD

Ramón Contreras, “el Panzón”, es el líder de uno de los grupos piqueteros más numerosos y más lumpenizados de Tartagal (el otro es el MIJD, encabezado por Tyson Fernández). Contreras está prófugo de la Justicia. En esas condiciones, “desde la clandestinidad”, fue entrevistado (a su pedido) por la periodista Mabel Carrizo, del noticiero del cable local.

Contreras prendió el ventilador. Denunció que su organización actuaba bajo las órdenes de funcionarios del gobierno provincial, en particular de Gustavo Ferraris, secretario de Seguridad, y Hugo de la Fuente, de Obras Públicas.

Por si esto fuera poco, el Panzón sacó a la luz que las propias empresas petroleras o sus contratistas, incluso Inmaq (que es la que está realizando la canalización del río), sostienen económicamente a esas organizaciones “piqueteras” para que les garanticen la “paz social”. ¿Cómo? Patoteando a las otras organizaciones. Esto es lo que ocurrió el año pasado cuando en Piquirenda, frente a Pan American Energy, el grupo del Panzón, junto con el MIJD de Tyson Fernández y un sector de la UTD de Pepino Fernández, “despejaron la ruta” cuando el Polo Obrero, junto a organizaciones de Embarcación y Pocitos, estaban haciendo un acampe en reclamo de puestos de trabajo. Previamente, la Policía y la Gendarmería le habían dado “zona liberada” a los “piqueteros” del gobierno.

Contreras denunció al secretario de Seguridad provincial de ser quien les da el visto bueno para que actúen y hasta les arma organizaciones nuevas (hoy en Tartagal hay más de veinte agrupamientos de desocupados).

Ferraris, que un día después llegó a Tartagal a entregar nuevas unidades 4×4 a la policía local, en lugar de dar explicaciones sobre sus “aportes” a la seguridad de Tartagal, tuvo que explicar la participación de su secretaría en la inseguridad de la zona.

Las empresas, sus contratistas y el gobierno tienen un acuerdo por el que sólo toman a la gente que sea enviada por estos grupos “piquepatoteros”.

Para las empresas, porque se aseguran que nadie las va a “molestar”; que las organizaciones piqueteras serán corridas por los piquepatoteros. De esta manera, impiden que los compañeros del Polo Obrero ingresen a las obras. En esa tarea, el Panzón y Tyson son más eficientes que la policía, porque no sólo les aseguran la “paz social” afuera de las plantas sino también adentro. Las empresas se benefician, además, porque siguen pagando según el convenio de la Uocra, en lugar de pagar el de petroleros. Porque impiden que los compañeros del Polo entren a las obras. Porque de esa forma no se ven obligados a crear más puestos de trabajo, con el reparto de horas y la creación de un nuevo turno.

Las burocracias de estas organizaciones le sacan a cada laburante una cuota, que puede llegar a los cuatrocientos pesos, o les cobran la revisación médica.

Frente al escándalo desatado por las declaraciones de Contreras, Tyson Fernández, del MIJD de Castells, declaró que se trataba de una “operación” contra el gobierno de la provincia. Así, el candidato a gobernador de Salta por el agrupamiento de Castells resultó ser un decidido defensor de Romero.

Con sus declaraciones, el prófugo Contreras confirmó lo que desde hace mucho viene denunciando el Partido Obrero: que el gobierno de Romero y las petroleras se valen de las patotas “piqueteras” para seguir saqueando a la provincia y a sus trabajadores. “Fuerza de choque de las petroleras”, titulaba Prensa Obrera hace más de un año un artículo sobre estas organizaciones (ver facsímil).

Los piqueteros del norte de Salta, protagonistas de jornadas históricas de lucha, están obligados a sacar el balance del derrumbe de estas organizaciones. Hay que superar esta experiencia con un programa y una organización que representen una verdadera salida para los desocupados y el conjunto del pueblo.

Reparto de las horas de trabajo. Convenio petrolero en las obras petroleras. Salario igual al costo de la canasta familiar. Bolsa de trabajo independiente, bajo control de asambleas de desocupados.

En base a informes de Ariel López (Oso) y Pepe Barraza