Partido

6/3/2008|1028

Mar de fondo en la docencia

La Presidenta volvió a atacar con vulgaridad a los docentes en su discurso en el Congreso. “No hay peor educación que la que no se imparte” (…) “no hay peor escuela pública que la que está cerrada y no da clases”, dijo.
Las palabras presidenciales son la respuesta furiosa del matrimonio oficial a las huelgas docentes con las que comienza el año en varias provincias, en repudio a los acuerdos establecidos con la burocracia de Ctera en la paritaria nacional y en las paritarias provinciales.

Hay mar de fondo
Es que las paritarias de la vergüenza ya comienzan a hacer agua.
En ocho provincias habrá paros en la primera semana de clases. La Asamblea de los Docentes Autoconvocados de Salta votó paro de 72 horas, en rechazo a la propuesta de aumentar el básico docente 85 pesos en cuotas durante todo el año. Tribuna Docente tuvo una destacada intervención en dicha asamblea. También van al paro en Río Negro, La Rioja, San Luis, La Pampa, San Juan, Mendoza y Jujuy. En todos los casos, los conflictos reflejan el repudio masivo de los maestros y profesores al salario inicial de pobreza de 1.290 pesos y a los básicos de miseria que promedian, con “los aumentos de Kristina”, apenas los 600 pesos.
Los 180 días de clase y la paz social firmada por Yasky, Maldonado y cía, ya está en crisis.
En Santa Fe, el rechazo a las paritarias nacional y provincial también fue generalizado. En la Asamblea Provincial, la Celeste pudo, por exiguo margen, hacer pasar la aceptación (con los votos del interior de la provincia, donde la oposición carece de fiscalización). Pero casi 8.000 docentes las rechazaron, contra aproximadamente 10.000 que exhibe la burocracia de Amsafe.
En Neuquén, la asamblea de la seccional Capital (la más numerosa) terminó en bochorno: la mayoría de los votos eran para la moción de rechazar la “no propuesta” del gobernador del MPN e ir al paro por 48 horas, para presionar a la mesa de negociación salarial que debe realizarse el 5 de marzo. Al mejor estilo Yasky y con los métodos de Moyano, la directiva “registró” que su moción de no ir al plan de lucha había ganado por “20 votos”. En el congreso de Ctera, Gustavo Guagliardo, secretario general de Aten Provincial, dijo que “había que darle una oportunidad al gobernador Sapag”. En la directiva de Aten Capital está la “nueva izquierda” del MST.
En Capital, a pesar de que el consejo directivo de Ademys levantó el paro que tenía convocado, el repudio de la docencia al acuerdo de “Tito” Nenna y a Macri, por los despidos de contratados docentes de la Ciudad, aumenta a medida que se conoce la grilla de “aumento”.
Por último, en Buenos Aires, la burocracia de Roberto Baradel hizo “aprobar” las negociaciones nacionales y la paritaria provincial con una nueva encuesta trucha que “circuló” un día y medio. El básico en la provincia quedó en 629 pesos, le redujeron a los profesores el valor del módulo para calcular el salario en un 50 por ciento, y el “aumento promedio” fue del 15 por ciento. La Celeste ha sido echada a patadas de cientos de escuelas; en San Isidro ganó el rechazo a la propuesta; han comenzado autoconvocatorias en varios distritos. En muchos colegios y escuelas se ha constatado el repudio a la política de Baradel de parte de reconocidos militantes celestes.
Además, el congreso de la FEB aprobó “críticamente” la oferta de Scioli y un tercio de los delegados votó en contra. Los Sutebas combativos rechazaron la entrega y convocaron a una marcha, en repudio de la paritaria, a todos los sindicatos y sectores docentes que estén en contra, como parte de una campaña preparatoria del paro general por los 1.500 pesos de básico de emergencia. Esa marcha podría realizarse en la provincia de Buenos Aires el 27 de marzo, y sería muy importante que se realizaran otras similares en todas las provincias posibles, preparatorias de una gran marcha nacional de toda la docencia para el mes de abril.
Maldonado y Baradel agacharon resignados la cabeza ante el reto de la Presidenta. Declararon a los medios que compartían “la idea de que debemos recuperar una educación de excelencia, como había en los ‘60” y que “todos queremos que haya más y mejor educación” (La Nación, 2/3).
No hay nada que se pueda hacer con esta gente.
Exijamos asambleas, que sean los docentes los que decidan y no los burócratas adosados a la pollera presidencial. Organicemos asambleas masivas, expliquemos la mentira de las cifras, preparemos un movimiento de conjunto profundicemos los planes de lucha ya votados, hay que preparar la huelga general en cada provincia por los 1.500 pesos de salario básico y la defensa de la escuela pública para superar la política del parito desgastante en función de unas monedas en negro.

Daniel Sierra