Partido

28/4/2011|1174

Mensaje del EEK al XX congreso del PO

-Exclusivo de internet

Compañeras y compañeros del Partido Obrero, hermanas y hermanos:

De parte de toda la dirección y miembros del EEK, la sección griega de la CRCI, saludo al XX congreso del PO, el cual encarna todo el historial heroico de la lucha revolucionaria de la clase obrera argentina y de su vanguardia, frente al inmenso desafío histórico de hoy.

Ante que nada quiero rendir homenaje a todos los mártires de nuestro movimiento, y particularmente a la memoria de nuestro compañero Mariano Ferreyra, tan querido en el corazón y la mente de todos los camaradas de toda Grecia que constantemente organizan manifestaciones de protesta frente a la Embajada de Argentina.

La nueva fase de la revolución socialista mundial, en la cual ya la humanidad ha entrado con la joven generación en el frente, tiene una cara juvenil con las facciones del griego Alexandros Grigoropoulos, el joven asesinado por la policía que dio origen a la rebelión revolucionaria de diciembre del 2008 en Grecia, las facciones del tunecino Muhamad Buazizi, cuyo acto de protesta y de autosacrificio encendió la revolución social correctamente llamada “Revolución de la Dignidad” en todo el mundo árabe. También la inolvidable sonrisa del joven argentino Mariano Ferreyra, asesinado por los matones del conjunto criminal formado por la burocracia sindical y el Estado burgués, rostros que se transforman en la bandera de la próxima revolución social en Argentina y en América Latina.

Compañeras y compañeros:

Vuestro congreso se realiza en el mayor momento crítico del desarrollo de la bancarrota capitalista mundial, de la clase obrera en Argentina, en América, y en todo el planeta, y de la lucha por la Refundación de la Cuarta Internacional.

La crisis sistémica del capitalismo mundial que irrumpió en 2007, y que ahora estamos en su cuarto año, está lejos de su finalización, tal como el director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, ha admitido esta última semana; más bien se exacerba dramáticamente. Tal como lo describe un economista francés, desde 2007 hasta ahora, una transición desde una economía de burbujas a una economía de sucesivos shocks. Esto no significa que se ha eliminado el crecimiento de las burbujas: en los dos primeros años de esta crisis mundial (2007-2009), de acuerdo con la estimación de una fuente burguesa, se ha destruido un capital de una magnitud del 103% del PBI mundial.

Pero la crisis de sobreproducción del capital no ha terminado; no sólo hay todavía montañas de los llamados “activos tóxicos” del pasado que son como bombas de tiempo en todas partes del sistema financiero, sino que también se producen nuevas burbujas especulativas, en el norte y en el sur, particularmente en los llamados países BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) en Asia y Latinoamérica, tal como en China y Brasil, países que los impresionistas los llaman “nuevas superpotencias imperialistas hegemónicas”. El inexorable proceso de destrucción del capital excedente, en la esfera financiera y en la productiva, continúa. Ya llevó al colapso de empresas y bancos colosales; a una crisis sin precedentes de la deuda soberana que amenaza a toda la eurozona y a la UE a su desintegración; y lo último pero no lo menos importante, a una gigantesca crisis de la deuda en el centro del sistema capitalista mundial, los Estados Unidos. “El verdadero estado de la deuda del gobierno de los Estados Unidos está por arriba del 50% del PBI” informa el Financial Times (20/4). Estados Unidos, la espina dorsal del sistema financiero mundial, no es más considerado como “una economía libre de riesgo”, con todas las implicancias que significan para la economía capitalista mundial en un estado de bancarrota que pierde su “solución de ultimo recurso” debido al derrumbe irreversible de mismísima América imperialista…

Pocos días atrás, su economía fue degradada por S&P de la categoría “estable” a “perspectiva negativa”; en otras palabras, bajo amenaza de default en el termino de los próximos dos años.

Por el mismo tiempo de dos años, otro bien conocido “catastrofista”, el FMI, en su perspectiva mundial de los últimos seis meses, observa que la UE se dirige hacia un choque contra una “pared de 3.6 billones de dólares” a ser pagada por descapitalizados bancos europeos (tanto en el corazón, como en la periferia de Europa) y por sobre-endeudados Estados, tales como Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia.

Todos los intentos de los bancos centrales y Estados capitalistas están lejos de frenar la desintegración sistémica, especialmente por la inyección de enormes sumas de liquidez con cerca de interés cero, paquetes de rescate, paquetes de estímulo etc., que retornaron como bumeranes que exacerban la crisis, que producen presiones inflacionarias, que exportan inflación desde el norte, particularmente de Estados Unidos hacia el Sur. La subida de precios de los precios de alimentos y energía es explosiva para la dinamita social acumulada en países tales como Medio Oriente y del Norte de Africa.

La explosión de las contradicciones globalizadas del capitalismo en decadencia, tal como correctamente predijo la CRCI, perturba todas las relaciones entre las clases, entre las masas empobrecidas y el Estado burgués, entre las estructuras del Estado, entre Estados rivales, que producen situaciones revolucionarias y revoluciones. El estallido del volcán revolucionario en el Magreb y en el Masreq surge de la interacción de la actual crisis universal con las particularidades del fragmentado mundo árabe. La crisis mundial rompe los eslabones más débiles de la cadena internacional, como dice Lenin en su preciso análisis sobre imperialismo y revolución.

Grecia fue y es el eslabón más débil de la eurozona, que con la rebelión de diciembre de 2008 rompió el ocultamiento de su bancarrota económica, que se despliega a finales de 2009. Correctamente, Strauss-Kahn, jefe del FMI, dijo luego que la rebelión griega es “la primera explosión política de la actual crisis económica mundial” después de la debacle de Lehman Brothers. El diciembre griego es el preludio y la transición a la revolución árabe de 2010/11, en las costas del Mediterráneo, en las puertas de Europa, marcando la apertura de una nueva fase de la revolución mundial.

El imperialismo trata de de parar la revolución y su “contagio” no sólo en la región estratégica rica en petróleo del Medio Oriente, sino también en una Europa jaqueada por tormentas políticas y económicas. Tratan de frenar la revolución árabe mediante la represión y planteando trampas democráticas para “una transición controlada a un régimen parlamentario”, y además, como en el caso de Libia, con una abierta guerra imperialista a fin de construir un protectorado sobre la base de una agresión contra la revolución árabe en su conjunto.

La CRCI y sus secciones en la región, luchan contra la agresión imperialista anglo-franco-yanqui-Otan sin hacer ninguna concesión al régimen asesino reaccionario de Gaddafi, y luchamos contra la tiranía de Gaddafi junto con los revolucionarios libios sin capitular ante el barbarismo del llamado “capitalismo humanitario” y sus títeres locales en Benghazi o Trípoli.

Preparamos con nuestros compañeros de la región y con el Centro Socialista Balcánico “Christian Rakovsky” una Conferencia Revolucionaria de los Pueblos del Mediterráneo para discutir los medios necesarios de carácter político, programático y organizativo para unificar la revolución árabe con la lucha de clases en Europa.

Grecia, en una crisis insostenible de su deuda, jaqueada por imparables levantamientos político-sociales, es un importante punto de conexión entre la revolución en el Medio Oriente la agudización de de la crisis y las agitaciones sociales en Europa.

Nuestro partido lucha en el frente de todas las batallas contra las medidas draconianas impuestas por el gobierno del Pasok, del FMI, del Banco Central Europeo y la UE para salvar a los bancos y transformar a nuestro pueblo en una nación de indigentes. En diciembre de 2008 luchamos sin concesiones, enfrentando al estalinismo y al centrismo, llamando por la huelga general para derrocar el gobierno derechista de asesinos de Karamalis y por el poder de los trabajadores, y más tarde contra el gobierno del Pasok, para derrotar el programa del FMI/BCE/UE, para anular toda la deuda con los usureros internacionales, para reorganizar la economía sobre bases socialistas, rompiendo con el capitalismo y la UE, con la perspectiva de una Unión Socialista de Estados de Europa. Hemos duplicado nuestros militantes, especialmente entre los sectores más combativos de la juventud desocupada y con trabajo precario.

Así nos convertimos en el objetivo privilegiado de la continua represión estatal y de los ataques criminales de la policía como el 6 de diciembre de 2009, en el primer aniversario de la rebelión, cuando un grupo especial de la policía antidisturbios estuvo cerca de asesinar a nuestra camarada Angeliki Koutsoumbou, e hirió seriamente y arrestó a veinte compañeros, y los procesó. Recientemente, durante una acción nacional el 10 de abril, organizada por el movimiento social “No pagamos Peajes”, en contra de los precios exorbitantes en los puestos de peaje de las rutas privatizadas (en este movimiento el EEK jugó un rol importante en los últimos 14 meses), dos de nuestros compañeros fueron arrestados y mantenidos bajo custodia en Corinto y Patras, y a otra compañera en un piquete que bloqueaba el peaje cerca de Lamia, un auto manejado por un miembro parlamentario del Pasok local la atacó fracturándole una costilla.

Al mismo tiempo, a pesar de estar yo en París por graves razones personales, la policía de Seguridad fue a mi casa para investigarme, por ser secretario general del EEK, después de una acción legal presentada en contra nuestra por una gran empresa capitalista “demandando al EEK por calumnias durante una huelga y por los trabajadores en un piquete frente a la fábrica…”

Sabemos bien que estos son sólo los primeros tiros de una batalla histórica que recién comienza. Somos un objetivo porque luchamos para construir un partido de combate trotskista contra las clases gobernantes, el imperialismo y la burocracia sindical, la burocracia estalinista o reformista, sin hacer concesiones al centrismo y movimientismo, basados firmemente en nuestro programa transicional y con la perspectiva de la revolución mundial.

El futuro de la revolución en Grecia depende del futuro de la revolución mundial. No podemos ser cortos de vista, aislados de soluciones “nacionales o regionales”, pero debemos mirar hacia la solución de la revolución mundial, el comunismo como emancipación humana universal. Tenemos que completar a escala mundial el trabajo incompleto que los obreros y campesinos soviéticos, bajo la dirección del Partido Bolchevique de Lenin y Trotsky, comenzaron en Rusia en 1917. El trotskismo es exactamente esto, y no simplemente anti estalinismo. Por esta razón, el EEK se ha unido a la CRCI, la única corriente política actual que rechazó y rechaza la capitulación de una gran parte de la izquierda, reformistas, estalinistas o radicales, de “frentes amplios anticapitalistas”, y de otros falsos “trotskistas” que declaran que “el ciclo abierto en 1917 por la revolución de 1917 está cerrado para siempre”, rechazando la revolución social, la dictadura del proletariado y la transición al mundo comunista, y mirando hacia toda clase de sustitutos, por ejemplo, militares burgueses bonapartistas como Chávez, que ahora apoya al corrupto, anticomunista y contrarrevolucionario Gaddafi, ex amigo de Berlusconi, Blair y Sarkozy.

La crisis actual capitalista necesita más que nunca una solución revolucionaria global para la clase obrera y las masas empobrecidas. El instrumento necesario y absoluto para tal solución es una Internacional de trabajadores revolucionarios, la Cuarta Internacional refundada, basada en toda la histórica experiencia de las luchas revolucionarias por la emancipación, particularmente la herencia de la Revolución de Octubre, el primer acto de la revolución permanente mundial, sin ningún dogmatismo u ortodoxia formal, abierta a las noticias en la situación, en los hechos inesperados, a las ideas heterodoxas que revelen nuevos horizontes.

La CRCI indudablemente enfrenta muchos serios problemas que reflejan no sólo la carga del pasado propagandístico de nuestro movimiento, o de las presiones nacionales de hoy, sino sobre todo las nuevas situaciones sin precedentes del mundo y la urgencia para resolver esos problemas; para abrir una salida revolucionaria a la impasse producida por la agonía del capitalismo, para construir realmente un futuro para la humanidad.

Tenemos que luchar colectivamente como comunistas internacionales para abrir este camino, sin replegarnos de nuestros objetivos políticos incluidos en las decisiones del Congreso Fundacional de 2004 en Buenos Aires, reactualizándolos de acuerdo con las exigencias de esta nueva fase de la revolución mundial.

En esta lucha, el rol del Partido Obrero fue y es vital. El reconocimiento de esta realidad, aceptada por nosotros, el EEK, hace que este mensaje a vuestro XX Congreso esté lejos de ser una formalidad.

En este año del 140 aniversario de la Comuna de París lucharemos por hacer realidad en nuestra época el “Temps de cerises” (1 )de la victoria de la clase obrera!

¡Hasta la victoria siempre!

¡Viva el Partido Obrero!

¡Viva la Cuarta Internacional!

Un abrazo muy fuerte por todas y todos.

20 de abril de 2011