Partido

1/9/2005|915

Nuestro camarada Berni

El martes 16 de agosto, de forma absolutamente imprevista, murió nuestro querido compañero Berni. Con él se va un pedazo de la historia y de la memoria partidarias.

Toda su vida está estrechamente ligada a la construcción del partido revolucionario en la Argentina, ya que estuvo desde los comienzos de Política Obrera, que devendría en el actual Partido Obrero.

Milité junto a él estos últimos años, desarrollando la Secretaría de Medios del Partido y del Polo Obrero.

Entendió la importancia de la difusión masiva de las posiciones revolucionarias, tomando la lucha política por quebrar las barreras de los monopolios de los medios de comunicación como un frente más.

Tengo presente también los kilómetros caminados junto a él durante la gestación del Argentinazo, los piquetes al sol, las marchas bajo la lluvia buscando siempre la vía para que la voz del Partido y del Polo llegara al pueblo oprimido.

La rebelión secundaria de mayo pasado le deparó una gran alegría política, ya que lo llevó a los momentos en los cuales abrazó la causa socialista, en la lucha de la Laica o la Libre. Nos describía fervorosamente las tomas de escuelas de fines de los años ‘50, ese proceso que despertó a la vida política a toda su generación.

Gran conocedor de computación, puso en pie, contra viento y marea, las listas de distribución de los comunicados de prensa partidarios (listas-po), logrando con ellas un salto cualitativo en la difusión, y que ya están incorporadas al acervo partidario.

Sus compañeros de equipo vamos a extrañarlo enormemente. Querible desde todo punto de vista, sensible, íntegro. Siempre dispuesto a charlar frente a un café de la vida y sus dificultades, debatir sobre sus últimas lecturas, abrir su corazón sin ocultar derrotas. Infaltable en las reuniones de círculo, de las cuales era un fervoroso partícipe y defensor como organizador de la vida partidaria. En todas ellas se destacaba por su profunda visión de la lucha de clases y sus ideas innovadoras. Su inteligencia e inconformismo eran un importantísimo aporte a la vida de nuestro equipo.

Polemizador fervoroso, Berni era de esos adorables y sempiternos rezongones, que logró canalizar positivamente su bronca detrás de un camino de lucha contra los opresores capitalistas, pero que además tenía un entendimiento profundo de la crisis del régimen y del dilema Socialismo o Barbarie.

Carente de obra social, víctima de la flexibilidad laboral, sufrió los avatares de todo aquel que se atiende en el desmantelado hospital público, con turnos que se demoran meses y retrasan el diagnóstico y el tratamiento.

Nos lega el sistema armado por él para propagar las ideas de los que queremos construir un Partido Obrero.

Vaya este recuerdo, con lágrimas en los ojos, como homenaje a nuestro entrañable amigo, camarada y compañero de lucha.

Compañero Berni: hasta la victoria.

Maura